Si estás en una relación de pareja en estos momentos, puede que en algunas ocasiones hayas pensado que ambos habláis en idiomas diferentes y que no existe traductor posible que ayude a entenderos (y si no tienes pareja, trata de recordar tu última relación). Estos problemas en la comunicación tan habituales, suelen provocar también fricciones y desgaste en la relación con el paso del tiempo. En este post sobre terapia de pareja te contamos claves sencillas que pueden suponer un avance en tu relación.
Cómo afrontar los problemas de pareja
Como nos pasa en muchas facetas de nuestra vida, “la teoría” es fácil, y todos podemos llegar a “aprenderla”; esta primera parte es fundamental pero, quedarse ahí no sirve de mucho en nuestro día a día. Si quieres experimentar cambios, si quieres solventar los problemas de pareja, tendrás que darte la oportunidad de probar algo diferente, practicarlo e integrarlo como una forma nueva, y más sana, de relacionarte con tu pareja. Ahí van las claves:
1. Practica el “parar” y atiende a cómo te sientes
Como sabes, la mayor parte del día funcionamos en modo “automático” y no estamos del todo PRESENTES en cada situación; interpretamos rápidamente la información que nos llega en base a esquemas y expectativas que elaboramos en el pasado, sin plantearnos siquiera si serán útiles en el “aquí y ahora”. Aaron T. Beck, en su libro: “Con el amor no basta” (muy recomendable por cierto), nos recuerda que cuando nos sumergimos en una emoción intensa y negativa (enfado, frustración, e incluso cansancio), nos expresamos peor e interpretamos peor los mensajes, accediendo directamente a estos esquemas previos. Por ello antes de reaccionar impulsivamente a algún comentario, estaría bien que te detuvieses un instante y prestases atención a cómo te sientes.
2. Aprende a identificar tus pensamientos automáticos
Tenemos la capacidad de intuir las intenciones del otro y relacionarlas con las maneras en las que se comporta, pero definitivamente, a veces “nos pasamos de listos” y creemos adivinar realmente los pensamientos del otro. En esta situación, también vas a necesitar pararte un momento para identificar estos pensamientos, que de manera inmediata, te surgen al comunicarte con tu pareja y tratar de averiguar las creencias que los sustentan. Con el paso del tiempo en la relación, pasamos de “adorar” a nuestro amado a “demonizarle”, como resultado de la ruptura de las expectativas que nos habíamos creado. Pero dichas expectativas son generadas por nosotros, nuestra pareja, al igual que nosotros, es una persona REAL, con sus luces y sus sombras; nadie es perfecto, y de hecho, ahí está “la gracia”, en aceptar a tu pareja tal y como es, y escogerla cada día. El trabajo interesante viene de cuestionarnos realmente si al interpretar lo que nuestra pareja hace o dice, estamos siendo realistas, o nos estamos dejando llevar por una visión negativa relacionada con esa “decepción” derivada del ideal de pareja que nos habíamos creado.
3. Escucha a tu pareja
Dicho así “parece fácil” pero en la realidad, rápidamente ves que no lo hacemos. Es importante prestar atención a lo que tu pareja te quiere contar, y si (atendiendo a tu estado emocional actual) te das cuenta de que no estás en disposición de ser un buen “escuchador/a”, DÍSELO a tu pareja, ambos lo agradeceréis y realmente podrás prestarle toda tu atención en otro momento más apropiado. También, algo que nos cuesta muchísimo pero que realmente marca una diferencia (si no te lo crees pruébalo), es dejar a tu pareja contar todo el mensaje SIN INTERRUMPIR o responder sin conocer la totalidad de la historia, (sencillo de decir, no tanto de hacer… ¡practícalo!).
4. Practica el preguntar
El tratar de aclarar información cuando no has entendido algo, si tienes dudas, si necesitas más información, antes de hacerte una idea equivocada en tu cabeza (que responderá más a tus propias ideas distorsionadas sobre tu pareja y a tus estados emocionales, que a la realidad).
5. Vigila tu propio lenguaje
Escúchate cómo hablas con tu pareja, atiende a qué dices y cómo lo dices, cómo es tu lenguaje corporal y cómo te sientes en esos momentos. Quizás te oigas diciendo cosas como “nunca, siempre, todo, nada…”.Estos absolutismos responden a un tipo de pensamiento rígido, que dificulta seriamente la comunicación. ¿Realmente eso es cierto?… ¡NO!, pues no lo alimentes o acabarás creyéndotelo. Recuerda: trata de ser más realista y cuestiónate tu propio pensamiento; si tu pareja decide compartir cada día de su vida contigo, no dudes que lo hace porque TE QUIERE. Y por último, pero no menos importante, sabes que el whatsapp puede ser una “bomba” en vuestra comunicación porque no puedes saber en qué tono te dice las cosas tu pareja (y aquí más que nunca, te pasas en tus interpretaciones) por eso, trata de usar emoticonos para representar la parte emocional de tu discurso o emplea las notas de voz para no caer en malentendidos prescindibles.
¡A practicar!
Por Adriana Aguado Ruíz