Muchas veces la activación de nuestro cuerpo es mayor de la debida ya que podemos percibir y evaluar una situación como amenazante para nosotros, aunque realmente no resulte del todo una amenaza, esto también depende de las herramientas del individuo para afrontar dicha situación. La activación de nuestro cuerpo desde el principio del ser humano ha sido una respuesta adaptativa a una situación que pone en peligro nuestra vida y prepara nuestro organismo para escapar de esa situación o afrontarla directamente. En este artículo nos centraremos en los beneficios del uso de las técnicas de relajación.
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Técnicas de relajación: ¿en qué consiste?
En la situación de activación se llevan a cabo muchos cambios en la fisiología, por ejemplo, se aumenta la frecuencia cardíaca, se aumenta la respiración y los músculos se empiezan a tensar preparándose para dicha situación
La respuesta de activación puede darse en dos sentidos distintos, se puede generar una activación adecuada a la situación que nos enfrentemos o puede ser una activación demasiado elevada ante situaciones que no son amenazantes para nuestra integridad, esta respuesta, si es mantenida en el tiempo puede causar distintos problemas de ansiedad y repercutir negativamente en el individuo.
Para estas situaciones se han desarrollado distintas técnicas de relajación o también conocidas como técnicas de control de la activación que son utilizadas por los psicólogos y por psicoterapeutas con el objetivo de dar herramientas a los pacientes para poder reducir la activación o poder conseguir una relajación óptima en situaciones de estrés o ansiedad. Estas técnicas tienen como objetivo reducir los altos niveles de activación mediante distintos mecanismos.
A su vez, cuando los psicoterapeutas trabajan con técnicas de relajación informan al paciente de los problemas que pueden acarrear la activación elevada del organismo y los cambios fisiológicos que esto conlleva, de esta forma el paciente podrá detectar esta sensación de activación y con las herramientas que le han sido proporcionadas podrá hacer frente a esta situación. También resulta de mucha importancia definir y explicar con claridad el mecanismo de acción de la técnica de relajación que se vaya a inducir y a proporcionar para que la persona que lo utilice en un futuro sepa como poder recurrir a ella perfectamente.
Algunas técnicas de relajación
Para la ejecución de estas técnicas hay distintas situaciones que hay que tener en cuenta. En primer lugar, el sitio donde se practiquen las técnicas de relajación debe de ser un lugar sin ruido, con una temperatura óptima y en la posición que se proponga en las distintas técnicas. En segundo lugar, la ropa que se lleve debe ser ancha y que no apriete en el cuerpo. Y por último, es más eficaz el desarrollo de la técnica si se sigue una voz monótona que nos ayude a relajarnos mejor.
Técnica de relajación progresiva de Jacobson
La técnica de relajación más conocida es la técnica de relajación muscular progresiva de Jacobson. Con esta técnica se logra una completa relajación por medio de la tensión y distensión muscular. Esta herramienta será seguida por el paciente a las instrucciones del terapeuta, que indicará cuando tensar una zona del cuerpo y cuando relajarla, la tensión debe durar en torno a unos 5 segundos como máximo, la instrucción principal que se debe dar es que el paciente debe ser consciente de las sensaciones que nota una vez tensados los músculos y cuando los relaja posteriormente. Los grupos principales de músculos que se trabajan en esa técnica de relajación son: las extremidades superiores, el cuello, los músculos faciales, el tronco y las extremidades inferiores.
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Entrenamiento autógeno de Schultz
Otra de las técnicas de relajación más conocidas es la denominada como entrenamiento autógeno de Schultz. El mecanismo de acción se centra en la hipnosis y en la sugestión, esta técnica no es tan física como la anterior si no que es más cognitiva esta técnica tiene dos ciclos, el ciclo inferior referido a la relajación vascular, muscular, la regulación de la zona cefálica y de los órganos abdominales y los cambios en la respiración, el otro ciclo es el denominado superior, es más complejo y normalmente se ejecuta en la imaginación teniendo fuertes raíces teóricas en la meditación.
Como conclusión, se puede decir que estas técnicas de relajación pueden ser fundamentales para reducir la activación corporal, de esta manera se logran grandes beneficios como el control de la activación, el logro de la relajación y la disminución de estrés y posibles consecuencias de la ansiedad, siendo técnicas de gran ayuda y muy utilizadas en distintas intervenciones psicoterapéuticas.
Por Alberto González Lafuente