El concepto de Inteligencia emocional es un término del que se ha hablado mucho con anterioridad y que se puso de moda hace unos años, no obstante, no muchos conocen la definición exacta o qué significa concretamente. La Inteligencia emocional se podría definir como la capacidad de reconocer, aceptar, utilizar y expresar las emociones con fines adaptativos; también se podría explicar como la habilidad que tienen las personas para razonar con sus emociones.
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Inteligencia Emocional según Daniel Goleman
Un científico llamado Daniel Goleman dividió a la Inteligencia emocional en 4 conceptos importante:
- Autoconciencia emocional: nuestra capacidad para entender lo que sentimos y de estar siempre conectados a nuestros valores, a nuestra esencia.
- Auto-regulación: nuestra capacidad para ser conscientes de las propias emociones, de expresarlas de forma adecuada y controlarlas cuando dejan de ser necesarias.
- Automotivación: nuestra habilidad por orientarnos hacia nuestras metas, de recuperarse de los contratiempos, de gestionar el estrés.
- Empatía: nuestra habilidad para relacionarnos, para comunicar, para llegar acuerdos, para conectar positiva y respetuosamente con los demás.
De la misma manera, y como cualquier competencia, las habilidades necesarias para poner en práctica la inteligencia emocional se han de entrenar para mejorarlas.
Por el otro lado, se podría decir que, para ser un gran deportista hay que perseguir diferentes objetivos si se quieren obtener buenos resultados, como, por ejemplo, perseverar, disfrutar aprendiendo, tener confianza en uno mismo y ser capaz de sobreponerse a las derrotas. Como añadido, para poder trabajar en equipo, o incluso entender al oponente, es necesario practicar la empatía para escuchar con concentración y comprender pensamientos y sentimientos que se manifiestan en el resto de los atletas.
Es por ello por lo que, se podría decir que el deporte es una herramienta que exige hacer una práctica consciente y orientada de la inteligencia emocional, ya que requiere de un conocimiento de las propias emociones, en esta capacidad se fundamenta la mayoría de las otras cualidades emocionales. Para ello, sería necesario conducir nuestras reacciones emocionales y completar o sustituir el programa de comportamiento hacia una reacción orientada al juego y las necesidades del momento del encuentro deportivo.
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¿Qué rol juega la Psicología en la Inteligencia Emocional?
Una vez explicada la Inteligencia emocional y su lazo con el deporte, es destacable conocer el papel de la Psicología en ello, así como conocer diferentes beneficios de la Inteligencia emocional.
De esta manera la Psicología se encarga de analizar, estudiar y observar las conductas, reacciones y respuestas emocionales del individuo o equipo, acciones que, mediante estudios en crecimiento, han conseguido demostrar la importancia de la ejecución de la Inteligencia emocional en el deporte, pues se ha encontrado que un buen conocimiento de esta provoca un menor número de bajas deportivas, aumenta el rendimiento deportivo y ayuda a que haya menos abandonos.
Por otro lado, este concepto está muy relacionado con la personalidad y actúa como factor determinante cuando el deportista se encuentra en situaciones de presión, pues no todas las personas reaccionan de la misma manera ante las mismas situaciones estresantes o desafiantes.
Por último, cabe mencionar los distintos beneficios encontrados a través de los diferentes estudios científicos, algunos de ellos son:
- A nivel emocional mejora la orientación al logro de los objetivos, la competitividad, la identificación de los valores del deporte y los personales, la autovaloración, el trabajo en equipo, el liderazgo, la empatía, el control de las reacciones y emociones negativas.
- A nivel físico ayuda a saber organizarse, a no obsesionarse con el deporte, a tener momentos de descanso, a gestionar mejor el tiempo y a crear hábitos adecuados de alimentación
- A nivel social mejora la relación con el equipo, entrenadores, preparadores, etc.
- A nivel racional ayuda a aprender cómo funciona el juego (aspectos técnicos y tácticos).
Por Francisco Javier Belmar