Cuando hablamos de rendimiento deportivo nos referimos a la capacidad de un deportista de poner en marcha todos sus recursos para hacer frente a una situación con unas condiciones determinadas.
En el caso del fútbol, el rendimiento se suele medir en términos de la capacidad que tiene el deportista para defender su campo y de atacar el del equipo contrario. Algo parecido pasaría en deportes como el baloncesto, el voleibol, el tenis, el padel… Todos ellos denominados deportes de oposición.
Sin embargo, otros deportes basan su rendimiento en la capacidad de realizar un determinado tipo de movimientos, como en el caso de algunas artes marciales, o de conseguir unas distancias o unas velocidades determinadas, como en el atletismo.
- Artículo relacionado: La atmósfera como factor de rendimiento
Factores de rendimiento en la Fórmula 1
En el caso de los deportes de motor, el rendimiento se basa en la velocidad y en la habilidad del conductor y su equipo para alcanzar la meta en un tiempo inferior al de sus rivales, para ganar las carreras.
El Campeonato Mundial de Fórmula 1, más conocido como Fórmula 1 o F1, es la competición principal de automovilismo a nivel internacional, uno de los campeonatos de motor más populares y prestigiosos, que mueve cada año millones y millones de euros en patrocinios, viajes y público que disfruta de las diferentes carreras.
Los y las deportistas de Fórmula 1 compiten por carreras, cada una de ellas se denomina Gran Premio o Gran Prix, al que añadimos a menudo el lugar en el que se compite, como por ejemplo el GP de Baréin, el GP de Portugal, el GP de España, el GP de Emilia-Romaña, el GP de Canadá, algunos más conocidos como el GP Mónaco, el GP Silverstone (Gran Bretaña) o el GP Interlagos en Brasil.
La Fórmula 1 moderna debe sus inicios a escuderías como Ferrari, Alfa Romeo o Maserati, aunque a lo largo de su historia son muchas las escuderías que se han ido abriendo paso, como es el caso de la McLaren o la Mercedes. Las escuderías proporcionan a los pilotos un gran equipo formado para utilizar automóviles monoplazas que destacan por su potencia y su resistencia aerodinámica usando la mejor de las tecnologías, siempre limitada a las reglas de la competición.
Es por ese gran equipo que yo mencionaría que, a pesar de poder ser considerado un deporte individual porque existe un solo piloto, deberíamos entender la F1 como un deporte de equipo, en donde la comunicación y la relación interpersonal jugará un papel fundamental en el rendimiento durante la carrera.
- Artículo relacionado: 5 pasos para mejorar la autoeficacia en el rendimiento deportivo
Habilidades psicológicas que intervienen en la Fórmula 1
Así como la autoconfianza será importante en el desarrollo de la actividad deportiva del piloto, la confianza en el equipo jugará un papel imprescindible en el rendimiento en competición.
Teniendo en cuenta ese factor fundamental de la cohesión grupal y la comunicación, será importante valorar el papel que ciertas variables psicológicas individuales tienen en el rendimiento del piloto y por tanto en los resultados de competición.
Una de las variables más importantes en la F1, y en general en los deportes de motor, es la atención, pues a pesar de ser recorridos conocidos, se debe prestar atención no sólo al terreno o a la pista sino al propio coche y a los coches de los y las rivales. La concentración será primordial pues la velocidad a la que van y el poco tiempo con el que cuentan, determinarán en muchas ocasiones situaciones de riesgo de las que deben, no sólo salir airosos sino conseguir su objetivo, llegar a la meta. Aspectos meteorológicos aparte.
La toma de decisiones es constante en medio de la competición pues, en un fluir de automóviles a gran velocidad, las decisiones se deben tomar en cuestión de milisegundos, no hay tiempo para la duda. Una vez que se toma la decisión, hay que actuar. Son muchas las decisiones a tomar como, por ejemplo, cuando hacer una pausa en los boxes, cuando adelantar o cuándo frenar por simplificarlo mucho.
Igual que tener decisión es importante, también lo son las habilidades que se ponen en juego en cuanto a lo que a gestión emocional y gestión de la incertidumbre se refiere, pues no todo va a estar bajo tu control. En este tipo de competición dependes del tiempo, del presupuesto de tu equipo, de la meteorología variable, de las condiciones de la pista, de las condiciones de tu automóvil, los demás conductores y sus propias decisiones…
Desde la gestión emocional y el trabajo con la psicología deportiva en deportes de motor, no sólo podemos influir en el rendimiento de los equipos y pilotos, sino que podemos influir también en todo lo relativo al disfrute experimentado con dicho deporte, contribuyendo en ese aporte de motivación necesaria para poder gestionar los pensamientos y la presión que juegan un papel tan determinante.
Por Rosalía González Blanco