La única realidad inamovible que me atrevo a afirmar, es que existe el cambio y lo nuestro es cambiar.
Ni tan siquiera la muerte me ofrece tal seguridad, pues nadie regresó, ni regresará en toda la eternidad.
Cambia el tiempo, cambian los valores, cambia el pensamiento y cambian los amores.
Cambian los anhelos, cambian los gobiernos y lo que antes eran cielos, ahora son infiernos.
Cambian las ciencias, cambian las ambiciones, cambian hasta las creencias, las motivaciones y las pasiones.
Cambian las ropas, cambian los peinados, nuevas modas y cuando quieres darte cuenta, incluso tú has cambiado.
Adiós digo a mis complejos y errores, a mis viejos y desgastados esquemas, a mis maneras de ser, mis certezas, límites y barreras.
Saludo al crecimiento, al desarrollo y al aprendizaje, saludo al optimismo y a la superación, afrontando el cambio con coraje, con intuición y determinación.
Si la vida es cambio, adaptarse es la felicidad.
Responsabilizarse del cambio o defender con firmeza los viejos dogmas y tabúes con la seguridad de un necio… depende de ti.
Por Carlos Rey