En ocasiones, los deportistas de élite no tienen suficiente con realizar el mismo entrenamiento que han ido practicando a lo largo de su carrera. Por ejemplo, para mejorar una marca en atletismo, no vas a conseguir una mejoría constante sin aumentar la dificultad y el nivel de los entrenamientos. Llega un punto donde el nivel de rendimiento es altísimo, y no entrenará a la misma intensidad un equipo de primera división, que uno de tercera. Por lo que cuando necesitas prepararte unas olimpiadas, un mundial o una final, hay que buscar una manera de lograr un mayor nivel de rendimiento, para eso se crearon los Centros de Alto Rendimiento (CAR) del Consejo Superior de Deportes de España.
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Centros de Alto Rendimiento (CAR)
Estos centros son cuatro lugares públicos repartidos por España, cuya función es la mejora del rendimiento deportivo para atletas de alto nivel proporcionando las mejores condiciones posibles de entrenamiento. Los Centros de Alto Rendimiento o CAR cuentan con la mayoría de deportes existentes, las mejores instalaciones, y profesionales que ofrecen ayuda tanto física como psicológica para lograr la mejoría buscada.
Además, algunos de ellos disponen de residencias para que los equipos, selecciones, o deportistas individuales (tanto españoles como extranjeros) puedan realizar una concentración antes de sus eventos deportivos. El buen funcionamiento de estos centros se ve reflejado en su constante uso no solo por deportistas españoles, sino que también acuden miles de profesionales extranjeros e incluso técnicos, para preparar las fechas deportivas más importantes del año.
Estos servicios destinados para deportistas de élite no solo cuentan con instalaciones deportivas, sino también con facilidades como servicios médicos, psicólogos, nutricionistas, equipos de fisioterapia, podología y todo el material que les sea necesario para poder entrenar el mayor número de horas posibles cada día.
Sin embargo, no cualquier deportista puede ingresar en un Centro de Alto Rendimiento, sino que es necesario cumplir una serie de condiciones para poder entrenar de forma habitual en sus instalaciones. Las dos principales son: tener la nacionalidad española y tener una licencia deportiva vigente. Otros requisitos específicos vienen marcados por cada federación y se ven reflejados en resultados cuantitativos en las competiciones concretas de cada deporte (europeos, mundiales o Juegos Olímpicos). Además, también pueden disponer de estos servicios las personas que acrediten estar participando en el programa de seguimiento tutelado de la comunidad correspondiente y siempre y cuando no estén cumpliendo una sanción grave en materia deportiva.
Estos centros se basan en concebir el rendimiento del deportista en la interacción de los factores físicos, tácticos y psicológicos. Al profesional correspondiente, disponer de todas las ayudas externas que pueda necesitar, le permite centrarse únicamente en entrenar y “dejarse cuidar” por sus preparadores y el personal de estos centros.
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Psicología en los Centros de Alto Rendimiento
El factor psicológico es muy importante en el alto rendimiento, ya que es necesario controlar emociones como la ira, el estrés, el miedo, además de mejorar en ciertas habilidades como pueden ser la concentración, la atención sostenida o la intensidad. Estos deportistas dedican muchas horas del día a mejorar su rendimiento, y si han alcanzado tan alto nivel, es que llevan haciéndolo durante años. Mantener este nivel de exigencia durante un periodo tan prolongado requiere de una gran estabilidad mental para poder sobrellevar las dificultades psicológicas, no solo físicas, a las que están expuestos diariamente.
Este estilo de vida que se les exige a los deportistas, tiene que adaptarse a unos hábitos planificados solamente para un fin deportivo. Factores como controlar los alimentos, evitar el consumo de alcohol, descansar las horas suficientes y no caer en distracciones o excesos inadecuados que interfieran con un entrenamiento efectivo. En definitiva, todos los aspectos de su vida se ven condicionados por su condición de deportista de alto rendimiento. En la mayoría de los casos, estos supone un sacrificio para el que no todas las personas están o pueden llegar a encontrarse mentalmente preparadas.
Estos atletas que logran ascender a este nivel de competición suelen empezar a practicar el deporte correspondiente a una edad muy temprana. Esto conlleva la limitación de vivir experiencias comparables con personas “normales” de su misma edad, ya sean niños, adolescentes e incluso estudiantes que no pueden terminar su grado por dedicarse 100% a mejorar su rendimiento deportivo.
En definitiva, para poder llegar a ser un deportista de alto rendimiento, e incluso entrenar en un centro dedicado a este nivel, es necesario ser consciente de las altas y numerosas exigencias que este trabajo plantea. Una vez tomada la decisión de querer dedicarse a ello, el fruto del esfuerzo y el sacrificio se verá recompensado con cada uno de los resultados alcanzados, obstáculos superados y metas cumplidas. Al fin y al cabo, dedicarse al deporte de forma profesional es una decisión vocacional en la que poder dedicar tu vida a ello resultará muy gratificante.
Por Sergio Palomo Rumschisky