Poneros en situación de que estamos montando un mueble, haciendo un puzle… y no sabemos cuál es la imagen final de lo que estamos haciendo. Estaríamos en el mismo punto que aquella persona que está siguiendo un camino pero que no sabe cuál es el final de dicho camino… que es lo mismo, que una persona que no tiene objetivos o que no los tiene definidos con claridad. En este artículo hablaremos de una técnica muy recurrida en Psicología, el establecimiento de objetivos.
Ante esto, existen diversos métodos o técnicas que permiten que seamos capaces de fijar o establecer esos objetivos. En este artículo les vengo a proponer la técnica de definición de objetivos SMART., que simplemente se viene a referir a cinco cualidades o atributos que deben tener nuestros objetivos para poder llegar a fijarlos y poder hacerlos realidad.
¿Cómo marcarnos objetivos para poder cumplirlos?
S – ESPECÍFICOS. Los objetivos deben de ser lo más concretos posibles.
A la hora de establecer tu objetivo tienes que entrar en todo lujo de detalles. Ej.: Ganar la liga. El objetivo de ‘ganar la liga’ debe traducirse en varias acciones concretas que especifiquen como alcanzar dicho objetivo, como por ejemplo: mejorar a nivel individual aspectos psicológicos, físicos, técnicos y tácticos, mejorar las acciones colectivas como faltas ofensivas o defensivas…
M – MEDIBLES. Cuando vas a llegar y cómo vas a saberlo
Un objetivo que no puede medirse no sirve, ya que no contribuye de una forma cuantificable a alcanzar nuestras metas y, lo que es peor, no podemos confirmar si se ha logrado o no.
A – ALCANZABLES. Posibilitan las metas
Plantearse objetivos inalcanzables no contribuye a nuestra planificación, más bien contribuye a la desesperación y al abandono, ya que la función de un objetivo es la de posibilitar una meta, no la de obstruirla.
R – REALISTAS. Que se puedan «tocar»
Ser irrealista a la hora de plantear un objetivo nos desmotivará e impedirá que continuemos peleando por nuestras metas. Un objetivo debe motivar, debe empujarnos hacia su logro, debe retarnos en los momentos difíciles.
T – EN UN TIEMPO DETERMINADO.
Trabajar contra plazos es la única forma de romper la inmovilidad de un objetivo eterno. Si un objetivo no tiene plazos marcados entonces es un objetivo abierto y un objetivo abierto es un objetivo eterno.
Por lo tanto, si queremos ser más eficaces a la hora de fijar y cumplir con nuestros objetivos podemos acogernos a esta técnica o echar un vistazo a ver si nuestros objetivos siguen esta serie de características.
Por Daniel López Conde