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Psicología Positiva: hacia una Nueva Era

Todo el mundo pregunta “¿por qué estudias la carrera que estudias?”. A mí me gusta mucho ayudar a la gente, claro y luego tengo 113 motivos secundarios, pero el principal motivo por el que estudio Psicología es porque quiero aplicarme los conocimientos de ésta y mejorar mi vida todo lo que pueda. Y me encuentro que apenas puedo hacer eso, que la Psicología está coja, que puedo aprender a no estar mal, a evitar el desarrollo de ciertos trastornos o tratarlos de la mejor manera, pero no a llevar una vida psicológica rica. Esto es un reflejo de las carencias de nuestra ciencia en la actualidad. La ausencia de enfermedad no significa salud.

La evolución de la Psicología

Sin embargo, parece que la continua evolución de la Psicología está llegando a afrontar esta carencia. Por clamor popular, social e histórico, la Psicología está reabriendo la dimensión relacionada con la optimización de nuestro bienestar personal desde una perspectiva clínica. ‘Está reabriendo’ puesto que a lo largo de la historia de la Psicología y de la Filosofía, ya se había abordado este tema, con la Psicología Humanista o Aristóteles, prueba de que es un tema necesario de abordar; y decimos desde una perspectiva clínica, porque otras ramas como la de la Psicología del Trabajo ya lo trataban con otros fines.

Por otra parte, es interesante entender por qué no se ha tratado en los últimos años. La Psicología era una ciencia joven (1879) que tenía todos los caminos por recorrer y el más urgente era el de dar solución a los enfermos mentales. Ese camino ha sido y seguirá siendo el principal, pero durante estos años hemos tenido la posibilidad de tomar además otros caminos. La cuestión es que los caminos no han sido tanto los deseados, sino simplemente los demandados por aquellos que nos pagaban, como la Psicología de las Organizaciones para que las empresas funcionen a pleno rendimiento o la Psicología diferencial para poder predecir el rendimiento de diferentes personas en diversos puestos.

La Psicología del futuro

Bajo esos pilares fue desarrollándose y creando su núcleo de conocimiento, sobre el funcionamiento del ser humano, la Psicología. Hoy en día, hay más psicólogos que nunca en el mundo, así como más recursos para investigar. Ya hay un gran camino hecho en las ramas citadas y la Psicología quiere seguir avanzando, ¿por qué no nos volvemos ambiciosos y apostamos por estudiar todo aquello que optimiza la vida de las personas? Esa realidad ya ha llegado, estamos en ello. En un tiempo la gente entenderá la Psicología como algo más que el médico de la mente pronto será, quién sabe, algo así como el experto en gestión de afrontamiento de la vida o el enfocador, instructor, asesor u ordenador vital.

En un tiempo quizás, la “Psicología hacia el bienestar” alcance grandes conocimientos y respeto y será entonces difundida por nuestra sociedad. Quizás los adolescentes dentro de unos años llegarán a la universidad con cientos de horas en formación sobre cómo buscar su bienestar, cómo alcanzar objetivos, cómo gestionar situaciones que les sobrepasan o cómo darse autoinstrucciones y reestructurarse ante dificultades. La salida de la Psicología de la patología puede significar también la entrada en la Sociedad. El impacto de esta Psicología puede ser de unas dimensiones cualitativamente superiores y diferentes a las de la Psicología actual. Qué gravedad tendría entender profundamente la relación entre el ser humano y el bienestar, por ejemplo.

Ese futuro ideal tiene ya unos comienzos. Entre ellos, principalmente el surgimiento de la Psicología Positiva (1999), definida como el estudio científico de las experiencias positivas, los rasgos individuales positivos y los programas que ayudan a mejorar la calidad de nuestras vidas al mismo tiempo que reducen los indicios de posibles patologías. Tiene como padre a Martin Seligman, en ese momento presidente de la APA, ilustre psicólogo clínico y padre también de la Indefensión Aprendida. Es la disciplina académica relacionada con más apoyo por el momento.

El alzamiento de la Psicología Positiva ha servido como punto de inflexión y cada vez más investigaciones y esfuerzos miran fuera de la patología. El problema, los recursos: ¿quién invierte a largo plazo?, ¿cómo va a invertir el Estado en esto si no invierte apenas en psicólogos clínicos o Servicios Sociales? El crecimiento de la Psicología es inevitable, pero será lento. He comenzado hace poco tiempo a leer Psicología Positiva y rápidamente me ha sido mucho más aplicable en mi vida que la mayoría de la literatura clásica, enfocada en la patología. Si sencillamente quieres leer sobre Psicología para mejorar tu vida, prueba con la Psicología Positiva.

Por Jorge López Bernad

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