El ligamento cruzado anterior es uno de los cuatro ligamentos de la rodilla, localizado en su parte media, que se encarga de unir el hueso del fémur con la tibia brindando estabilidad a la rodilla.
Todos los ligamentos que cubren la rodilla se pueden lesionar. Sin embargo, la rotura del ligamento cruzado anterior es la más frecuente y la más grave. Es la pesadilla de los futbolistas y otros deportistas como jugadores de baloncesto, tenis, esquí, voleibol o atletismo.
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El ligamento cruzado anterior en el futbol
Según cifras de un estudio, en España, en 2001, se realizaron casi 17.000 cirugías de reparación del Ligamento Cruzado anterior y además, esta lesión supone entre un 15,5% y un 23,4% del total de las lesiones de un equipo de fútbol. Futbolistas como Xavi Hernández, Diego Costa, Radamel Falcao o la española Andrea Falcón son algunos ejemplos de grandes profesionales en el futbol que han padecido esta lesión.
Lo más común es que la lesión se produzca cuando el deportista está corriendo o saltando y bruscamente frena o cambia de dirección manteniendo el pie fijo en el suelo, produciendo una hiperextensión de la articulación que lleva al desgarre del ligamento. Estos movimientos se ven con frecuencia en futbolistas cuando clavan los tacos en el césped y desplazan la rodilla de forma brusca.
También puede romperse tras un traumatismo directo sobre la cara lateral de la rodilla mientras el pie está apoyado en el suelo produciendo de la misma forma, la hiperextensión.
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¿Cómo prevenir la lesión?
Múltiples factores influyen a la hora de tener una lesión como la edad, el sexo, el deporte que practiques, tu condición física, y factores genéticos y psicológicos entre otros.
Para prevenir la aparición de esta lesión, se recomienda realizar trabajos de fuerza para fortalecer los músculos y los huesos de la zona y también realizar trabajos de flexibilidad.
Además, el trabajo psicológico cobra gran importancia a la hora de prevenir las lesiones. El estrés es un factor de riesgo de tal forma que elevados niveles de activación aumentan el riesgo de lesionarte por lo que es recomendable aprender a manejar de forma adecuada el estrés. Por otro lado, ser conscientes de las señales que envía nuestro cuerpo al cerebro como como de dolor o de fatiga te permitirá conocer tu cuerpo y saber en que momento debes parar para evitar llegar al extremo de una lesión.
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¿Cómo enfrentarme a la lesión?
La lesión del ligamento cruzado anterior por lo general, requiere una intervención quirúrgica y seis meses de recuperación tras esta. Este tiempo puede acortarse o alargarse dependiendo de las características fisiológicas del sujeto. Pero también es muy importante ciertas variables psicológicas del deportista como por ejemplo, su implicación y constancia durante la rehabilitación así como, la confianza en la recuperación total en un plazo de tiempo determinado.
Por último, tras recuperarse físicamente de la lesión, también es recomendable el trabajo psicológico con el objetivo de potenciar la autoconfianza y reducir el miedo a recaer.
En conclusión, aun siendo la rotura del ligamento cruzado anterior una importante lesión que afecta a muchos deportistas y puede llegar a frenar su carrera profesional, es vital el entrenamiento en herramientas psicológicas del deportista tanto antes, durante y después de la lesión.
Por Lucía Gili Pozo