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Pandemia: Responsabilidad vs Voluntad

Por una de esas casualidades de la vida, a nuestra generación le ha tocado vivir un fenómeno sin precedentes en la sociedad y que ha supuesto un enorme impacto para nuestras vidas: una pandemia causada por un virus altamente contagioso. Debido a ello a la mayoría de la población mundial se vio obligada a permanecer confinada en sus hogares sin poder salir salvo para casos de extrema necesidad como comprar o salir a pasear al perro, y siempre bajo una estricta vigilancia de los servicios policiales para que no se incumplieran las normas de confinamiento. ¿Hablamos de responsabilidad o de voluntad?

La desbandada

Tras varios meses encerrados y en vista de un descenso en la tasa de fallecidos y contagiados el Gobierno decidió dar el primer paso hacia el desconfinamiento permitiendo que los niños hasta cierta edad pudieran salir, pero siguiendo unas normas para evitar más contagios, como mantener una distancia mínima de seguridad, salir solo durante un número reducido de horas y/o hacerlo acompañados solo de un padre para vigilarlos. Por desgracia mucha gente se tomó esta medida como una carta de libertad, y el primer día se viralizaron vídeos y noticias en las que se presentaba que mucha gente no estaban cumpliendo ninguna de las medidas preestablecidas

Oímos lo que queremos oír

Este suceso puede explicarse, entre muchas otras razones, por un fenómeno del que todos hemos sido víctima alguna vez y que es muy difícil de evadir, y es el de oír aquello que queremos oír. Un ejemplo muy claro de este fenómeno es cuando creemos que la chica que nos gusta ha dicho algo referente uno mismo que podría indicar algún tipo de atracción por su parte, aunque no tiene que serlo en absoluto. Pero ¿Por qué sucede esto? Este suceso tiene que ver con un proceso psicológico conocido por todos que es la atención, y más concretamente con un tipo de atención: la selectiva. Esta hace que solo nos centremos en determinados aspectos de un estímulos dejando otros de lado, por lo que no obtenemos una visión global de lo que puede estar ocurriendo en un momento concreto. Bajo esta premisa, existe cierta posibilidad de que algunas personas hayan caído en este fenómeno dando más importancia a la parte de que se permitía volver a salir a la calle que a la que implicaba las medidas de seguridad que se debían seguir en caso de hacerlo.

¿Qué puede pasar?

Hemos de tener mucho cuidado con esta situación porque de la misma forma que la situación puede mejorar, puede ir a peor en cualquier momento, y si no se cumplen las medidas de seguridad que se establecen es muy probable que tengamos que volver a un estado de confinamiento.

Está demostrado que los seres humanos somos biológicamente incapaces de asumir toda la información que nos proviene de nuestro entorno puesto que nuestra capacidad de atención, aunque es mayor que muchas otras especies, no es ilimitada, e incluso es sano para nosotros que sea así, pero no por ello debemos obviar aquellos detalles que pueden ser relevantes pero que al no interesarnos decidimos pasar de ellos. Debemos tratar de elaborar una visión global de aquello a lo que nos enfrentemos por muy laborioso que resulte, así podremos actuar evaluar bien las situaciones que se nos presentan y poder actuar adecuadamente en base a ello, en especial en aquellas situaciones que conciernen a otras personas como es la descrita en este escrito.

Por Alberto Nieto Lara

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