Si hace un par de semanas teníamos la noticia de que Pastora Soler se retiraba temporalmente por culpa del miedo escénico, este pasado sábado vivíamos una situación similar cuando el veterano cantante Joaquín Sabina abandonaba el escenario a mitad de su actuación:
“Hoy, por exceso de ganas de estar bien delante de mi gente de Madrid, me acaba de pasar un Pastora Soler”
El pánico escénico ataca de nuevo a uno de los músicos con más tablas de España. Joaquín Sabina llevaba 5 años sin actuar en solitario, lo que pudo acentuar todas las interpretaciones y emociones asociadas a la ansiedad que ya admitía hace años, en una entrevista a Canal + (conversaciones secretas).
Entonces, Sabina aludía a los tres componentes fundamentales de la ansiedad:
- Cognitivo: Pensamientos intrusivos, creencias irracionales e interpretaciones pesimistas de la situación. El artista cita textualmente pensamientos como “creo que los voy a defraudar -al público-“, “qué hacen esos jovencitos viéndome” o “aún me quedan 18 canciones y estoy cantando automáticamente”. Existen técnicas como la parada de pensamiento, el coaching o la reestructuración cognitiva para sustituir estas creencias limitantes por lo que llamaríamos creencias poderosas, lo cual no es tan fácil como pudiera parecer en un primer momento, como cualquiera que sufra estos pensamientos podría atestiguar.
- Fisiológico: En esta entrevista, Joaquín Sabina confiesa pasar el día del concierto sin comer por los nervios, e incluso habla de frecuentes episodios con vómitos antes de salir a cantar, llegando a acudir a veces al concierto tres horas antes de empezar la actuación para tener tiempo para recomponerse. Las técnicas de relajación y respiración pueden ayudarnos a evitar estas situaciones, con la adecuada práctica.
- Conductual: Normalmente, suele manifestarse en respuestas de evitación, tal y como sucedió el sábado cuando Sabina se marchó de escenario (y como también le sucedió hace tres años en Tijuana). El peligro de esta respuesta está en que la reducción de la ansiedad que conlleva el abandonar la situación ansiógena, refuerza la conducta de evitación, aumentando la probabilidad de que dicha conducta se repita en el futuro, cayendo así en el típico círculo vicioso.
Por ello, algo que ha hecho muy bien Sabina ha sido someterse a una exposición informal, no cancelando su concierto del martes 17 y acudiendo a enfrentarse a sus fantasmas, resistiendo y aguantando hasta el final y consiguiendo un resultado espectacular.
Podemos ayudar a prevenir estas situaciones que son tan difíciles para muchos artistas, tanto míticos como Sabina o Pastora como estudiantes, amateurs y principiantes. Y es que, como ya hemos visto, nos sobran los motivos para optimizar nuestro rendimiento a través del entrenamiento mental.
Terminamos mandando un mensaje de apoyo y admiración al genio Joaquín Sabina, deseándole una recuperación total y que encuentre lo que busca, tanto dentro como fuera del escenario.
Jaime Marcos