Dicen que si un árbol se cae en mitad del bosque y no hay nadie para oírlo, éste no emite ruido alguno. El hecho no es tanto que no se produzca, sino la necesidad de encontrar un receptor que interprete las ondas de presión que se generan al golpear un árbol contra el suelo, es decir, la necesidad de un ente que esté atento e intérprete dichas ondas.
Algo parecido ocurre con los deportes minoritarios, que actualmente gozan de tan buena salud. Nuestra capacidad atencional resulta realmente sorprendente. La atención puede pasar por ser una de las variables psicológicas más interesantes a la par que transcendentes en el trabajo que llevamos a cabo desde la psicología. Es una variable, cuya intencionalidad si se sabe manejar no conoce límites y que está implicada tanto en los rendimientos óptimos como en los rendimientos pésimos. La diferencia estriba principalmente en donde situamos el foco. Si bien, no todo podía ser bueno, es una capacidad que puede jugarnos malas pasadas, ya que su dimensión es limitada, y a veces, pasamos por alto estímulos independientemente de cuál sea su nivel de relevancia. Como cuando nos pasamos toda una tarde buscando algo que justo teníamos delante.
Tal es el caso de determindados deportes.
Por segundo año consecutivo, la Selección Española de Gimnasia Rítmica se ha proclamado Campeona del Mundo. Sin embargo, su capitana, Alejandra Quereda, ha lamentado el hecho de la poca repercusión mediática que han provocado. También recientemente, la nadadora Mireia Belmonte declaró: “El día que hice récord fue más importante el color de pelo de Sergio Ramos. Es frustrante”.
Es natural que los medios fijes su atención y destinen la mayor parte de los minutos a los deportes mayoritarios, como el fútbol, los cuales tienen un tirón asegurado de audiencia. ¿Por qué arriesgarse a perder dinero (en última instancia) cuando se pueden rellenar minutos y minutos hablando de rumores sobre fichajes o malos rollos entre compañeros, polémicas arbitrales, juicios a jugadores o presidentes, etc.? Las televisiones son empresas y, como tales, han de preocuparse de prosperar y, si pueden ganar 100, ¿por qué ganar 99?
Así, la programación de la televisión es, en parte, responsabilidad de la audiencia. Por ello, a quienes nos gusta el deporte y tenemos el interés de popularizar las modalidades menos mediatizadas, tenemos la responsabilidad de intensarnos, informarnos y difundirlos.
Por ello, aquí van 5 logros recientes de deportistas españoles que quizás desconozcáis:
- Gimnasia rítmica: Como decíamos, el equipo formado por Alejandra Quereda, Elena López, Artemi Gavezou, Sandra Aguilar y Lourdes Mohedano levantó el oro en la final de mazas por equipos del Mundial de Izmir (Turquía) 2014, revalidando así el título conseguido en 2013 en Kiev.
- Tenis de mesa: Álvaro Valera ha firmado dos oros en el Mundial paralímpico de tenis de mesa celebrado en Pekín, uno individual y otro por equipos.
- Piragüismo: Tono Campos se proclamó campeón del mundo de Maratón en la modalidad C1 del Mundial.
- Bádminton: El primer campeonato del mundo de bádminton para España en la historia lo consiguió en agosto Carolina Marín, imponiéndose a la china Li Xuerui, número uno mundial, por 17-21, 21-17 y 21-18.
- Windsurf: Iván Pastor consiguió el pasado septiembre el título mundial en Raceboard. El de Santa-Pola ya logró en 2010 un bronce en copa del Mundo.
Esperamos que estas breves reseñan animen el interés por el deporte, por los deportes minoritarios y, de paso, a atender otras dimensiones que invitan a pensar que el deporte español sigue en la cúspide del éxito pese a los malos resultados en fútbol el pasado mundial.
Sólo es una cuestión de ampliar y/o repartir el foco.
Jaime Marcos