Es frecuente encontrarse con la creencia popular, como si del conocimiento matemático se tratase, de que existen fórmulas para alcanzar el éxito en sus múltiples contextos. Desafortunadamente, nuestra experiencia como profesionales del Alto Rendimiento deportivo no nos permite confirmar la mencionada hipótesis, pues consideramos que cada persona posee su propia configuración de factores (técnicos, tácticos, físicos y mentales), que les permiten destacar en sus ámbitos de acción. Sin embargo, lo que sí podemos asegurar y compartir con los lectores, son los siete hábitos de los deportistas de alto rendimiento que hemos observado en todos con los que hemos tenido la oportunidad de trabajar. ¡Ahí van!
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Definen sus objetivos de forma clara y positiva. No siempre se basan en resultados. Por ejemplo: “Quiero ser capaz de mejorar mi control sobre mi estado de tensión en la competición a través de las rutinas y las técnicas de relajación que conozco” – Bien expresado. // “No quiero ponerme nervioso esta vez” – Mal expresado.
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Saben gestionar sus estados de activación, acelerando o disminuyendo sus pulsaciones si la situación lo exige.
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Tienen rutinas de trabajo que dirigen su atención en los momentos clave de la competición.
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Dirigen todos sus esfuerzos de manera coherente y disciplinada hacia sus metas.
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No hacen juicios generales sobre resultados concretos, por lo que desarrollan una mayor resiliencia y tolerancia a la frustración.
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Son capaces de focalizarse en aquellos aspectos de la situación y pensamientos que les permiten responder con una adecuada actitud de superación, sin dejarse invadir por emociones negativas.
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Utilizan estrategias para visualizar previamente los distintos escenarios con los que se podrían encontrar durante las competiciones, de cara a ofrecer la mejor respuesta posible.
En definitiva, los deportistas de Alto Rendimiento aprenden una filosofía de trabajo que no se ampara en la consecución de un determinado resultado. Perseveran ante la adversidad y emplean todos sus esfuerzos en lo que les apasiona y les hace sentir de forma genuina. Su deporte.
Por Carlos Rey