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Depresión infantil: síntomas y tratamientos

Hasta los años 70, la depresión durante la infancia y la adolescencia pasaba inadvertida debido a que los modelos imperantes de aquella época, psicoanalítico y conductismo, veían incongruente o imposible la aparición de este trastorno en esas edades.

Desde el modelo psicoanalítico, la depresión es una pérdida de estima del yo, pero el niño aún no ha formado su yo, por lo que para este modelo la depresión infantil no podía existir. Por otro lado, desde el conductismo no se prestó atención ya que la depresión es un estado de ánimo, y solo interesaba las conductas manifiestas y motoras.

Un pionero en este campo fue Spitz, que aún siendo de corte psicoanalítico, admitió la posibilidad de la existencia de la depresión en la infancia. Sin caer en la teoría, observó a niños de entre 6 y 9 meses que habían sufrido separación materna y concluyó que se volvían llorones, tendían al aislamiento, tenían insomnio, presentaban pérdida de peso…

A día de hoy, afortunadamente, se admite la existencia de la depresión infantil por parte de la comunidad científica. Además, en el DMS V hace una mención, escasa, a este problema.

Sintomatología de la depresión infantil

La sintomatología ciertamente es parecida a los criterios utilizados para el diagnóstico de la depresión adulta, solo que varía según se encuentre el rango de edad del niño o del adolescente:

Niños menores de 6 años

  • Se caracteriza principalmente por la presencia de conductas destructivas y rabietas, además de tristeza en cuanto al estado de ánimo.
  • En lo referido a la pérdida de placer, el niño juega menos con los amigos.
  • El niño sufre pérdida de apetito lo que lleva a la no ganancia de peso y a problemas con la comida.
  • Con respecto al sueño, el niño sufre pesadillas y terrores nocturnos por lo que pondrá resistencia a la hora de irse a dormir.
  • Se caracteriza también por la reducción de actividad física.
  • Suelen llamarse “tonto” y mostrar preocupación por el fracaso.
  • Autoagresiones en la cabeza arañazos y tragarse objetos.

Niños entre 6 y 12 años

  • El principal síntoma es la tristeza.
  • Suelen estar aburridos.
  • Padecen de hipomotilidad o agitación.
  • Presentan una baja autoestima, autodesprecio, son autocríticos y tienes sentimientos de culpa.
  • Sufren problemas atencionales.
  • Tienen ideaciones de suicidio.

Adolescentes

  • Se caracteriza por la irritabilidad, el malhumor, ira y rebeldía. A ello se le suma la tristeza.
  • Se caracteriza por cierto pasotismo.
  • Pérdida de apetito y de peso, o comer en exceso provocando obesidad. 
  • Hipersomnia o insomnio.
  • Cansancio y falta de energía.
  • Se muestran preocupados por la imagen corporal, tienen baja autoestima y muestran autodesprecio
  • Menos pensamiento abstracto. Se muestran indecisos.
  • Tienen ideas e intentos de suicidio.

Tratamientos eficaces de la depresión infantil

Dentro de todas las investigaciones realizadas para demostrar qué terapia es la más eficaz, se observa que los resultados de dichos estudios son muy dispares. La terapia cognitiva conductual es la terapia que más ha expuesto a estos estudios dando como resultados favorables en eficacia. Uno de los problemas de la terapia cognitivo conductual es el alcance y la duración de estos efectos positivos en la persona. La terapia interpersonal muestra también una importante reducción de los síntomas depresivos.

Respecto al tratamiento farmacológico, se recomienda siempre utilizar combinadamente con la terapia cognitiva conductual y tener precaución al utilizarlo debido a que su eficacia no ha quedado 100% demostrada.

Por Jesús Castillo.


REFERENCIAS:

Del Barrio, V. y Carrasco, M. (2019). Depresión en niños y adolescentes. Madrid: Editorial Síntesis.

García, V. M. P., & Sanz, F. J. (2016). Tratamiento de los trastornos depresivos y de ansiedad en niños y adolescentes: de la investigación a la consulta.

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