Comenzamos la semana con la noticia que empaña la jornada, el futbol, el deporte, y si me lo permitís, a la sociedad española en su conjunto.
Resulta bochornoso, que lo que ha de servir de vehículo de diversión, entretenimiento, en definitiva, de fiesta del deporte, se aproveche por unos vándalos para dedicarse a batallar a vida o muerte por no se sabe muy bien que motivo.
Lo que está claro es que ensucian todo lo que les rodea:
- Al deporte que trata de transmitir que independientemente del resultado, lo que ocurre en la cancha concluye en la cancha, y siempre desde una óptica de deportividad.
- Ensucia injustamente a dos masas sociales, como la afición del Deportivo de la Coruña y del Atlético de Madrid que condenaron el incidente durante todo el encuentro, llevando a cabo incluso gestos de hermanamiento.
- A los organismos oficiales, que permitieron continuar con normalidad la jornada, pues en cierta manera, tampoco dispusieron de margen de maniobra para tomar decisiones, y tampoco tienen la culpa de que haya gente que madrugue para liarla.
- Es verdad, que el fútbol puede llegar a cumplir un papel catártico dentro de una sociedad civilizada…pero no se puede entender dentro de ésta la agresión, la violencia y el homicidio.
Es momento de reflexionar de dónde viene tanto odio… analizar sus causas, sus manifestaciones y sus expresiones…y tratar de poner todos los medios para erradicarlo del fútbol.
Carlos Rey García