El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica que afecta a muchos niños y puede dificultar su vida diaria. Se manifiesta principalmente en dificultades para concentrarse, impulsividad e hiperactividad, lo que impacta en su rendimiento escolar, su vida social y su bienestar emocional. Como padres, es natural sentirse abrumados ante estos desafíos, pero con paciencia, información y estrategias adecuadas, podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su potencial.
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Comprender el TDAH: más allá de la hiperactividad
Uno de los primeros pasos para ayudar a un niño con TDAH es comprender en profundidad esta condición. Más allá del tópico de que el TDAH solo se manifiesta como «niños inquietos», en realidad existen tres tipos principales de presentación:
- Predominantemente inatento: dificultades para concentrarse, olvidos frecuentes, desorganización, problemas para seguir instrucciones y completar tareas.
- Predominantemente hiperactivo-impulsivo: dificultad para permanecer quieto, hablar en exceso, interrumpir conversaciones o actuar sin pensar.
- Combinado: presencia de síntomas tanto de inatención como de hiperactividad-impulsividad.
Cada niño con TDAH es único, por lo que es importante adaptar las estrategias a sus necesidades particulares.

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5 consejos para padres de niños con TDAH
Sabemos que educar a un hijo con TDAH puede ser un desafío diario. Aquí compartimos algunas estrategias prácticas que pueden ayudar a mejorar la convivencia y favorecer su desarrollo:
1. Establecer rutinas claras y predecibles
Los niños con TDAH se benefician enormemente de la estructura y la organización. Tener horarios fijos para despertarse, comer, hacer tareas y dormir les ayuda a sentirse más seguros y reducir la ansiedad. Es recomendable usar calendarios visuales, listas de tareas o recordatorios para facilitar la planificación.
2. Utilizar refuerzos positivos
En lugar de centrarnos en las conductas negativas, es clave reforzar los comportamientos deseables con elogios y recompensas. Un sistema de puntos o incentivos puede motivarlos a completar tareas y mejorar su conducta. Frases como «Me encanta cómo terminaste tu tarea a tiempo» pueden marcar una gran diferencia.
3. Fomentar técnicas de autocontrol y regulación emocional
La impulsividad puede llevar a reacciones emocionales intensas. Enseñarles estrategias para manejar sus emociones, como la respiración profunda o contar hasta diez antes de responder, les ayudará a gestionar mejor sus impulsos. Juegos de rol y actividades de mindfulness también pueden ser útiles.
4. Adaptar el entorno de estudio
Un espacio de estudio ordenado, sin distracciones y con tiempos de descanso estructurados mejora la capacidad de concentración. Dividir las tareas en pequeños pasos y utilizar relojes visuales o alarmas puede ayudarles a mantener la atención.
5. Fomentar la comunicación y el apoyo emocional
Es importante que los niños con TDAH se sientan comprendidos y apoyados. Escuchar sus preocupaciones sin juzgar, validar sus emociones y ayudarlos a encontrar soluciones a sus dificultades fortalecerá su autoestima y confianza en sí mismos.
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Criar a un niño con TDAH puede traer desafíos, pero también muchas oportunidades de crecimiento. Con amor, paciencia y estrategias adecuadas, podemos ayudarles a desarrollar sus habilidades, gestionar sus emociones y alcanzar su máximo potencial. Recordemos que no están solos en este camino: el apoyo de profesionales, maestros y familiares es fundamental para crear un entorno donde nuestros hijos puedan prosperar.
Por UPAD Psicología y Coaching