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La atmósfera como factor del rendimiento

A día de hoy, hay una aceptación bastante extendida de que el ambiente en el que las personas vivimos, crecemos y nos desarrollamos tiene una alta influencia en varios aspectos de nuestra vida. Qué visión del mundo vamos a tener, con qué tipo de personas nos vamos a relacionar, o qué tipo de prejuicios o estereotipos nos podemos crear en caso de que los elaboremos, entre otros (por ejemplo, no vamos a tener el mismo desarrollo en un país como España que en Indonesia).

¿Cómo influye el rendimiento en nuestras vidas?

Otro aspecto clave en el que va a influir el ambiente en el que nos desenvolvemos es el rendimiento a la hora de afrontar una tarea específica, el cual se puede definir como el resultado que surge del esfuerzo y dedicación de una persona hacia un determinado ejercicio. La creencia mayoritaria hacia este aspecto de nuestro desarrollo es la que va enfocada a la obtención de resultados en el ámbito deportivo, ya sea fútbol, squash o carreras de cortacésped, pero la realidad es que el rendimiento está presente en muchas más áreas del desarrollo de nuestras vidas (ambiente académico, laboral, en otros idiomas…). No solo es su alto rango de manifestaciones lo que hace de este factor un aspecto destacable, sino que todos nosotros, en mayor o menor medida, consideramos que si no tenemos un rendimiento satisfactorio no vamos a poder alcanzar nuestros objetivos y que vamos a perder oportunidades de ser personas de provecho. A esto hay que sumar que cuando tenemos la percepción de que nuestro rendimiento está bajando en algún área sus efectos pueden llegar a extenderse a otros ámbitos de nuestra vida llevándonos a una situación de autodestrucción que puede llevarnos a un punto sin retorno o del que es muy complicado salir.

En el rendimiento influyen una gran cantidad de variables que pueden alterar el rumbo de éste de tener uno bueno o aceptable a uno malo o desaconsejable y viceversa, y puede darse por detalles mínimos que no necesariamente pueden deberse a factores externos. Una de esas variables es la atmósfera de trabajo en la que estemos inmersos que en función de cómo este establecida puede influir en si nuestro rendimiento va a ser satisfactorio o no, o si por el contrario éste puede derivar en un resultado negativo.

¿Puede influir la atmósfera de trabajo en el rendimiento?

Para la temporada 2019 del mundial de Fórmula 1 el equipo Red Bull, uno de los mejores del campeonato, fichó al francés Pierre Gasly para cubrir la baja de otro piloto tras un gran año de debut la temporada anterior. Sin embargo, durante la temporada su rendimiento fue bastante decepcionante en comparación de su compañero, hasta tal punto que el jefe del equipo le descendió al equipo B, Toro Rosso, y le sustituyó por uno de los pilotos de este segundo equipo. Al contrario de lo que muchos pensaban, lejos de venirse abajo por esta “degradación” Gasly volvió a mostrar su mejor nivel a partir de este cambio, hasta el punto de lograr un 2º puesto en una carrera, algo a lo que ni se acercó durante su estancia en Red Bull a pesar de llevar un coche claramente superior al Toro Rosso. ¿Cómo es esto posible?

¿Cómo tratar el rendimiento?

Para mantener o crear una buena atmósfera de trabajo se pueden emplear distintos métodos que en general no son dirigidos a los empleados, sino que deben ser aplicados por los superiores. Estos son:

  • Mostrar respeto hacia los empleados: Este es un aspecto clave pues si no existiera respeto entre los empleados y sus superiores prácticamente el ambiente no existiría ya que solo existirían relaciones de estilo formal y en cuanto alguien se salga de ese guion aparecerían conflictos y desacuerdos entre las partes difíciles de solucionar.
  • Dar feedback positivo: Realizar intercambios de opiniones, a poder ser positivas, entre ambas partes que ayuden a configurar ese ambiente de cordialidad y respeto, y les permita crecer y realizarse mutuamente.
  • Controlar la presión sobre los empleados: Si un empleado siente que está bajo presión casi siempre su rendimiento se va a ver afectado de forma negativa pues va a generar las creencias de que no lo está haciendo bien o de que cada acción que hace está siendo juzgada por lo que va a estar más pendiente de esos “ojos que le miran” que de hacer bien su trabajo.
  • Mostrar empatía: Es importante que tanto los empleados como los superiores demuestren actitudes de empatía puesto que a todos nos pueden pasar una gran cantidad de situaciones (pillar un atasco grande, muerte de algún familiar/amigo, etc.) que pueden tener un gran efecto sobre nuestro rendimiento, que si no se tratan con cuidado ni la comprensión adecuada puede ser aún más perjudicial.
  • Evitar las comparaciones: Todos nos diferenciamos de todos en algún aspecto de cómo somos, es decir, nadie es idéntico a otra persona, por lo que hacer comparaciones a la hora de realizar algún trabajo o tarea es algo que no debería hacerse puesto que si alguien piensa que se le está comparando con alguien que lo está haciendo mejor esto derivará en una peor percepción de uno mismo y un aumento de la presión por igualarse a la otra persona, lo cual casi nunca acaba bien.

Por Alberto Nieto Lara

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