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Alike, es un corto de animación donde se muestra a un padre con su hijo en un mundo donde lo que resalta, es precisamente que nada ni nadie es diferente. Un mundo lleno de gente indiferente, guiado por la rutina y lo que la sociedad dicta. El niño, lleno de ánimo, intenta salirse de esa normalidad, interesándose por aquello que puede hacerle feliz siendo distinto de los demás, pero su padre se lo impide, llevándoselo de nuevo a la realidad, a la normalidad. Llega un día en el que el padre se da cuenta de que su felicidad depende de la felicidad de su hijo y, como él no es feliz, tampoco se lo transmite, por ello, se da cuenta de que debe ayudar a su hijo a hacer lo que de verdad quiere, aunque se salga de la norma y sea “diferente”.

Alike, ¡pon color a tu vida!

Este corto nos lleva a reflexionar sobre esto que hoy en día vivimos. Un mundo donde nos hacen a todos iguales y cuando queremos salirnos de la norma, no nos lo permiten. Está en nuestra mano poder cambiar eso.

La creatividad debe ser una parte importante de nuestra personalidad, que debemos poder desarrollar, tanto en casa como en el colegio o en la calle y para poder conseguirlo es imprescindible la colaboración de todos. Como padres, podemos educar a nuestros hijos de manera en la que esta creatividad pueda aflorar, prestándoles atención en sus gustos y prioridades, darles protagonismo y que se formen una personalidad propia y diferente a la de los demás.

La felicidad de los niños es, en parte, responsabilidad nuestra y es indispensable comprenderlos y confiar en ellos. No es beneficioso ponerles límites, ya que la creatividad no los tiene. Sus sueños pueden cumplirse si se cree en ellos, se les apoya y se les valora. En estos casos, es bueno aplicarse la típica frase de “no le cortes las alas”.

Por ello, como se ha mencionado anteriormente, la felicidad de nuestros hijos se traduce, en parte, en nuestra propia felicidad y está en nuestra mano ayudar a que cumplan sus sueños y se labren un futuro como ellos quieran. Hacer lo posible por ello, les hará felices a ellos y nos hará felices a nosotros.

Por Alejandro Fernández, estudiante en prácticas de la URJC.

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