Cuando empezó la temporada, yo tenía un objetivo claro que era aprender cómo se trabajaba en el ámbito de la psicología deportiva, más concretamente en un club de fútbol. A día de hoy, a dos jornadas de que acabe la temporada, puedo decir que he conseguido lo que quería, que era conocer de cerca este ámbito de mi profesión, el cual desconocía anteriormente. En este post os cuento mi experiencia como psicóloga deportiva en el Trival Valderas de Alcorcón.
¿Qué he necesitado para conseguirlo? En primer lugar motivación, interés y compromiso con lo que hacía; intentando poco a poco conocer el funcionamiento del club, las actividades que realizaba el departamento de psicología, el equipo que me fue asignado y su dinámica de trabajo, entre otras.
También, para conocer más sobre cómo se trabaja en este ámbito, ha sido necesario profundizar en los aspectos en los que podemos ayudar al deportista a la hora de mejorar su rendimiento, estudiando e ideando estrategias para aplicarlas con los equipos.
Con la psicología deportiva he aprendido que dando claves al deportista, éste puede aumentar su rendimiento en aspectos en los que tiene dificultades o en los que puede y quiere mejorar. Es importante que él se de cuenta de ello y que quiera poner su granito de arena para conseguirlo.
A nivel de grupo, es importante conocer al equipo de cerca y analizar diferentes aspectos, ya sea el papel que tienen los líderes dentro del grupo, la comunicación que hay entre los jugadores y el cuerpo técnico, el nivel de cohesión o la actitud que tienen frente a las situaciones que van surgiendo a lo largo de la temporada.
A parte de conocimientos y desarrollo profesional, esta temporada he aprendido muchas cosas a nivel personal; la importancia de la constancia, de la comunicación entre las personas, de implicarse en lo que a uno le gusta, de todas las emociones que genera el deporte, de que las cosas pueden cambiar de una semana para otra de una forma que nunca te habrías imaginado, de que el esfuerzo y marcarse objetivos, son fundamentales para conseguir nuestras metas, aunque luego por el camino haya cosas externas a nosotros, que nos dificulten conseguirlo.
Me llevo experiencias muy buenas, haber conocido a gente maravillosa con la que he crecido, he reído y me han hecho feliz.
Por Marta Muñoz, colaboradora de la UPAD.