El pasado mes, la Escuela de Valores UPAD estuvo trabajando con el equipo benjamín del CD Castilla-Chamartín en las instalaciones deportivas municipales «Mirador de la Reina», situadas en el barrio de Mirasierra en el norte de Madrid.
El objetivo de la sesión de entrenamiento estaba dirigida a trabajar los valores de la autoconfianza, el respeto y el compañerismo.
Todas las sesiones de este proyecto están estructuradas de la siguiente forma:
Escuela de Valores UPAD
1. Introducción
Este primer apartado comienza con una presentación por parte del profesional que va a dirigir el entrenamiento. Empieza explicando cuáles son las funciones de un psicólogo deportivo dentro de un club o una escuela y cuáles son los beneficios que pueden obtener los deportistas cuando trabajan con dicha figura. Una vez resuelta esta «puesta en marcha», el profesional entra en materia explicando el trabajo que se va a realizar.
2. Conceptos: autoconfianza, respeto y compañerismo
En este caso, los valores que se trataron durante la sesión de entrenamiento fueron previamente definidos entre el Director Deportivo del Club, quien explicó detalladamente la filosofía del CD Castilla-Chamartín, y el profesional a cargo de la dinámica.
Durante un periodo de 15 minutos se hizo una exposición de cada uno de los valores, haciendo hincapié en la importancia que tienen tanto en los entrenamientos como en la competición.
3. Ejercicios prácticos
Durante los siguientes 45 minutos, el profesional llevó a cabo dinámicas donde ante todo reinaba la diversión para que los jóvenes deportistas aprendieran de una forma lúdica cada uno de los valores que previamente se habían explicado durante la charla teórica.
Se realizaron tres actividades donde se ponía de manifiesto todos los valores deportivos explicados anteriormente por el psicólogo deportivo.
4. Reflexión final
Tras muchos momentos de diversión y aprendizaje llegaba la hora de acabar, cosa que no gustó mucho entre los deportistas ya que estaban disfrutando mucho de cada una de las dinámicas propuestas.
Para llevar a cabo esta última parte, el psicólogo deportivo preguntaba a cada uno de los benjamines del CD Castilla-Chamartín qué habían aprendido durante la sesión y qué podían hacer a partir de ahora cada uno de ellos para ayudar a sus compañeros de equipo. Todos los jugadores aportaron su granito de arena y pusieron en común su experiencia vivida.
Verdaderamente fue un éxito trabajar con este grupo ya que a pesar de ser bastante inquietos (normal en esa edad), aprendieron valores tan fundamentales como la autoconfianza, el respeto y el compañerismo.
Por Fernando Callejo