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En fútbol, el lanzamiento de penalti es una acción muy concreta de uno contra uno entre el portero y el lanzador en la que, este último, tiene todas las de ganar. La portería es muy grande, el balón muy pequeño y las opciones de lanzamiento son varias. Por eso, se dice que un penalti bien lanzado es imposible de parar, más aún si hablamos de primeras divisiones o competiciones internacionales, en las que los lanzadores son los mejores del mundo y están sometidos a entrenamientos intensivos. Sin embargo, se dan casos en los que, en los momentos más inoportunos, cuando más necesario es meter ese penalti, lo fallamos incomprensiblemente. Esto es normalmente debido a una gestión inadecuada del nivel de activación, aumentando nuestros niveles de estrés, lo que afecta a nuestro tono muscular, nuestra concentración, nuestras emociones… De manera que fallamos más penaltis en momentos críticos que, por ejemplo, en los entrenamientos o en partidos ya resueltos. Hoy, repasamos 5 penaltis en los que, aparentemente, los nervios traicionaron al lanzador.

 

1. El caso Djukic

Djukic pasó a la historia de nuestro fútbol por fallar un penalti que habría culminado la leyenda del Super Depor con la consecución del título de liga. Jugaban el Deportivo de La Coruña y el Valencia, y el marcador estaba igualado a cero, resultado con el que el campeón sería el FC Barcelona. En el proverbial último minuto, se produce un milagro: penalti a favor del Depor. Djukic era el tercer lanzador (nunca se aclaró si Bebeto se negó a lanzarlo, y Donato estaba en el banquillo). Años después, Djukic reconoce que los nervios le hicieron dudar en el último momento sobre la forma de lanzar el penalti, lo que le llevaría a errarlo, dejando pasar la oportunidad de darle a su club y afición el mayor éxito de su historia… ¡Como para no ponerse nervioso!

 

2. Estigma Raúl

En el año 2000 la Selección Española jugaba los cuartos de final de la Eurocopa de Francia contra los anfitriones. Perdiendo 2-1, Raúl tuvo la oportunidad de forzar la prórroga con un penalti que mandó alto. El San Benito le duró toda su carrera y, por muchos penaltis que metiera después, todos los madridistas apretaban los dientes cuando Raúl cogía el balón para tirar una pena máxima.

 

3. Riquelme y la no-final del Villarreal.

Un equipo ascendido de segunda división 5 años antes, el Villarreal, se enfrentaba al Arsenal en semifinales de Champions. Con jugadores como Sorín, Forlán o Riquelme, el submarino amarillo había ganado a equipos como el Manchester United o el Inter de Milan. La ida había quedado 1-0 para el Arsenal, y con 0-0 en el Madrigal, se planteaba la oportunidad de forzar la prórroga en el descuento desde los once metros, y el encargado de ejecutar sería Juan Román Riquelme. Sus gestos, sus ojos cristalizados y su verborrea antes de lanzar, evidenciaron unos nervios que, a la postre, significarían el error del penalti que pudo hacer al Villarreal, como mínimo, finalista de la Champions.

 

4. Xabi Alonso a la segunda

Año 2010. Sudáfrica. Cuartos de final. España se enfrentaba a Paraguay y, tras unos minutos tensos, físicos y duros, los acontecimientos empezaron a sucederse de forma atropellada. Tras la parada de Iker Casillas al penalti de Cardozo, hubo otro penalti a favor de la Roja. El lanzador en esta ocasión sería Xabi Alonso, gran experto en estas lides. El penalti estuvo bien lanzado y, en consecuencia, se consiguió el gol. No obstante, la celebración sería interrumpida por la orden del árbitro de repetir el lanzamiento. El propio Xabi ha contado alguna vez que este segundo penalti ya no lo veía tan claro como el primero: “¿lo tiro igual? ¿Lo cambio?”. Demasiada presión para gestionarla adecuadamente. Se falló el penalti, aunque luego Villa daría las primeras semifinales a la Selección Española en una Copa del Mundo.

 

5. El Clásico final

La época en la que Madrid y Barça eran prácticamente invencibles en el fútbol mundial, la época de Gardiola vs Mourinho, Messi vs Cristiano, Xavi vs Casillas… se plantaron ambos equipos en semifinales de la Champions con compromisos bastante asequibles a priori: Chealsea y Bayern de Munich, dos equipos en horas bajas en Europa. Todo hacía presagiar el evento de los eventos: Un Clásico en una final de Champions. Sin embargo, bien por un exceso de confianza bien por el desgaste producido en los campeonatos domésticos, las eliminatorias fueron más igualadas de lo esperado. Cristiano, Kaká y Ramos fallaron en la tanda de penaltis, y Messi falló otro decisivo durante el partido (de los 4 jugadores, 3 eran los últimos balones de oro). La final acabó siendo Bayern-Chelsea.

¿Crees que un entrenamiento en control de la activación habría ayudado en estos casos? ¿Qué otros lanzamientos errados de penalti recuerdas en situaciones de máxima presión?

 

Jaime Marcos

@Jaimemarcosred

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