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Qué son las adicciones y cómo nos afectan

La gran mayoría de las personas nos hemos preguntado alguna vez por qué alguien que consume frecuentemente una sustancia que es dañina para el organismo, aún siendo consciente de dicho daño, no es capaz de dejar de consumirla. Lo cierto es que las adicciones generan una dependencia incontrolable que es difícil salir de ella.

¿Cómo nos afectan las adicciones?

Antes de introducirnos a explicar cómo funcionan las adicciones, es necesario que conozcamos exactamente en qué consisten. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una adicción “es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales”. Las adicciones son consideradas una enfermedad, ya que privan a las personas su propio juicio, la capacidad de tomar sus propias decisiones, lo que hace que, aunque quiera, no pueda dejar de consumir. Entre todas las adicciones, las más frecuentes son el tabaco, el alcohol, el cannabis, la cocaína y el juego.

Esta enfermedad se considera una enfermedad del cerebro, ya que las sustancias tienen un efecto directo sobre éste, modificando de esta forma su estructura y su funcionamiento. De esta manera, si un cerebro en buen estado nos recompensa los comportamientos sanos activando ciertos circuitos cerebrales, estos hacen que nos sintamos bien al hacerlo y, por tanto, que queramos repetirlo; por el contrario, cuando el cerebro interpreta que estamos en peligro, este nos manda una señal de alarma que hace que nos alejemos del peligro. El problema de que nuestro cerebro sufra un cambio en su funcionamiento es que, esos circuitos cerebrales que hasta ahora funcionaban de una manera adaptativa, dejen de hacerlo de esa manera y actúen en nuestra contra recompensando las conductas adictivas y haciendo que se quiera cada vez más.

Impacto de las adicciones en el cerebro

Diversos estudios sobre la modificación que sufre el cerebro de las personas adictas han afirmado que una de las zonas donde más se reduce la actividad es en la corteza prefrontal. La corteza prefrontal es la que nos ayuda a tomar las decisiones y evita así que no nos guiemos por impulsos. Es por esto por lo que, cuando se abusa de las drogas y su funcionamiento no es el correcto, las personas no pueden tomar la decisión de dejar ese consumo, aún sabiendo sus consecuencias. En relación con esto, también se ha visto que los adolescentes son más vulnerables que los adultos a generar una adicción, ya que las áreas frontales de sus cerebros aún no se han desarrollado en su totalidad.

Siguiendo con la cuestión de que las adicciones generan en la persona la conducta de querer más y más, esto hace que el organismo se acostumbre a los efectos de una determinada sustancia y que cada vez nuestro cuerpo necesite más dosis de la misma para volver a experimentar las sensaciones del principio. A esto se le llama tolerancia, y se produce debido a que los receptores del cerebro se habitúan, es decir, dejan de tener la misma sensibilidad a esa sustancia. También es importante aclarar que, aunque se produzca tolerancia a cierta sustancia, esto no quiere decir que el efecto nocivo que tiene en nuestro organismo sea menor.

Causas de las adicción a las drogas

Entre las diferentes causas por las que las personas inician el consumo de drogas, las más comunes son:

  • La obtención de placer, ya sea provocando sensación de euforia o sensación de relajación.
  • Automedicación. Muchas personas comienzan a abusar de sustancias con el objetivo de disminuir la ansiedad, tristeza, etc.
  • Mejora del rendimiento, tanto intelectual como físico.
  • Influencia social.

Una vez se ha desarrollado cierta adicción, a la hora de querer “abandonarla”, se produce lo que llamamos abstinencia. Se trata de un periodo de tiempo que se da una vez se deja de consumir, apareciendo síntomas que pueden durar varios días como pueden ser nauseas, vómitos, temblores, sudores, ansiedad, etc.

Como conclusión, es importante tener en cuenta que la adicción es una enfermedad crónica, por lo tanto, se puede decir que una adicción no tiene cura, aunque sí solución. Con esto queremos decir que la persona que tiene una adicción siempre va a ser vulnerable al consumo reiterado, pero esto no quiere decir que no pueda dejar de consumir.

Por Cristina Resuela Manzano

@cresuelam

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