En situaciones de aislamiento e incertidumbre suele pasar que se dan muchos altibajos emocionales y que el estado de ánimo va oscilando entre pensar en todo lo que podemos hacer ahora que tenemos tanto tiempo y el agobio de no poder salir o de las cosas que estamos dejando de hacer por ello. Además, y más importante, dentro de este agobio, saltan todas las defensas psicológicas que ya teníamos. Esto quiere decir que si, en condiciones normales, ya tenemos roces en nuestra comunicación con nuestra pareja, debido a la convivencia, a malas rachas o conflictos que no sabemos cómo solventar, en esta circunstancia de encerramiento temporal y excepcional, va a ser mucho más fácil que lo que nos molestaba anteriormente, ahora, nos haga echar humo mucho antes.
Si la convivencia ya es dura de por sí, si no tenemos la oportunidad de salir y de realizar otras actividades que nos permitan desconectar un poco de las discusiones y las tensiones, más dura va a ser. Nos encontramos más en tensión por la incertidumbre y el pronóstico de que esto se va a hacer cuesta arriba y, muchas veces, las estrategias de afrontamiento que hacemos para llevarlo lo mejor posible, pueden fallarnos.
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6 trucos para convivir con tu pareja durante la cuarentena
Por eso, si vives con tu pareja y os toca estar en casa las 24 horas del día (salvo para las salidas necesarias) os damos aquí unos cuantos consejos sobre cómo llevar lo mejor posible estos momentos complicados:
1. Elegid actividades para realizar juntos
Podéis hacer las típicas como ver una peli con palomitas, engancharos a una serie o escuchar música. Pero quizás podáis aprovechar la ocasión para ser más creativos y creativas, como, por ejemplo, hacer un puzle juntos o alguna actividad que siempre os hubiese gustado hacer en casa que por trabajo no habéis tenido tiempo (como aprender a hacer una receta nueva) o aprender a bailar bachata con tutoriales de YouTube. Igualmente, quizás podáis aprovechar para ordenar ese armario que está puesto patas arriba y hacer limpieza de las cosas que ya no usáis.
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2. Cuidar que las tareas domésticas estén bien repartidas
La repartición justa de las tareas domésticas siempre es importante, porque además es lo justo, en cualquier circunstancia. Al pasar más tiempo en casa habrá más oportunidad de manchar o desordenar, con lo cual es muy importante que estéis pendientes de no amontonar platos en la pila de la cocina, poner la lavadora, etc. Además, tener una casa limpia y ordenada cuando se va a pasar tanto tiempo en ella va a dar más sensación de orden y estabilidad. Si solo uno de los miembros de la pareja se encarga de que esto suceda, recordad que solo se va a contribuir a generar más tensión, pues la persona que realice las tareas domésticas sin ayuda se va a sobrecargar y ello llevará a producir más enfado y hostilidad hacia el otro, entrando en un círculo vicioso.
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3. Establecer un espacio en el que poder estar a solas
Es fundamental que para los momentos de mayor agobio tengamos la oportunidad de estar sin compañía. Este sentimiento el otro miembro de la pareja no lo debe tomar como rechazo o como que la otra persona se ha enfadado o hartado de él o de ella. Se trata de una necesidad básica. Vivir juntos no significa estar a todas horas pegados o pegadas. Esta creencia errónea suele pasar más frecuentemente en parejas que llevan poco tiempo viviendo juntas, ya que la energía de la nueva situación te lleva a querer pasar todo el tiempo o demasiado tiempo con tu pareja. Tener un momento para nosotros y nosotras mismas, leyendo un libro o dándonos un baño relajante, será clave para desconectar, en la medida de lo posible, de la sensación de agobio.
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4. Consentimiento para las relaciones sexuales
El consentimiento sigue estando en pie. Pasar más tiempo con tu pareja no tiene por qué significar que vais a tener más sexo. Aunque pueda ser el caso, esto no se debe dar por hecho. Uno de los dos o los dos, podéis estar sintiendo ansiedad con el encerramiento, con lo cual el deseo sexual tenderá a disminuir y hay que estar preparados y preparadas para aceptar este rechazo. Esto no solo sería normal sino que además es lícito. Este es el momento de expresar las emociones y no guardárselas.
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5. Hablar si lo necesitas
Precisamente en estos momentos es cuando más debemos aplicar la norma de la buena comunicación: expresar nuestras emociones y sentimientos. Y mejor todavía si aplicamos la norma de la asertividad, es decir, comunicar lo que nos molesta, nos crispa o nos duele empleando mensajes Yo (Ej.: “Yo me aburro si estás viendo durante mucho tiempo y no hacemos nada juntos” vs. “Te pasas el día viendo la tele y conmigo no haces nada, así no hay quien se entretenga”).
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6. Mostrar afecto
A pesar de los momentos de irritación que pueda haber, sobrellevaremos mejor estos días si añadimos un poco de cariño, aunque sea verbalmente. Para ello, mejor dejar a un lado la discusión que haya tenido y saber aparcarla de tal forma que no influya en nuestro ánimo para el resto del día. Con esta premisa, nos resultará más fácil a la hora de decir “te lo agradezco”, “me gusta la peli que has elegido”, hacerlo desde el cariño y no desde la obligación. Con todo ello, si os está resultando demasiado difícil sobrellevar la situación y pensáis que puede ir a más, nunca está de más consultar a una o un profesional en terapia de pareja que os pueda ayudar a mejorar vuestra relación, ya que, todo sea dicho, la convivencia es difícil con o sin coronavirus y, si pensáis que todos los conflictos venían de antes, quizás es el momento de plantearse el hacer una terapia y que la relación no se complique más.
Por UPAD Psicología y Coaching