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5 pasos para mejorar la autoeficacia en el rendimiento deportivo

Dentro de los aspectos psicológicos relacionados con el buen rendimiento del deportista se encuentra el poder percibirse como capaz de realizar determinadas tareas.  Esta característica se corresponde con la autoeficacia, y está íntimamente ligada con las percepciones y valoraciones que el deportista tiene acerca de su propia capacidad para realizar correctamente una tarea, dependiendo de ello el resultado de la competición.

La importancia de la autoeficacia percibida

Un elevado nivel de autoeficacia percibida se ha mostrado como un elemento protector para la salud física y mental y el funcionamiento general de nuestras capacidades, debido a que reduce el estrés, disminuye la vulnerabilidad a la depresión, prepara para afrontar en mayor grado las reacciones emocionales asociadas a los eventos demandantes propios de la competición y mejora las conductas para nuestro cuidado físico, reduciendo el nivel de exposición a la posible lesión.

1. Creer en la capacidad de poder hacerlo

Dado que la autoeficacia influye directamente en la determinación personal a la hora de realizar los entrenamientos deportivos, deberías percibirte como altamente capaz de realizar dicha tarea. Esto se puede lograr mostrando un gran interés y compromiso en ella, invertir más tiempo y esfuerzo, anticipar resultados, planificar metas y persistir en ellas a pesar de los fallos.

2. Visualizar alcanzando el objetivo

Lo importante es centrarse en la valoración que se tenga sobre lo que se puede hacer con los recursos de los que dispongas, de tal manera que, aunque en alguna ocasión haya pocos recursos, o no siempre tengas las condiciones idóneas para el entrenamiento, serás capaz de visualizarte con la capacidad de llevarlo a cabo. Esta es una forma de controlar tu propia tarea.

3. Centrarse en el aquí y ahora

No pensar en las cualidades que vas a tener en un futuro sino centrarte en las que tienes ahora, puesto que son las realmente útiles para la acción. Aprovecha cada oportunidad de mejora y confía en tus capacidades.

4. Las comparaciones no sirven de nada

Evita dejar tus capacidades en manos de la comparación con otras personas. Tu propia evolución no depende de nadie más que de ti mismo.

5. Encontrar el equilibrio

La autoeficacia se encuentra estrechamente relacionada con el concepto de afrontamiento, siendo este el conjunto de respuestas que se dan para reducir o controlar los aspectos aversivos de una situación demandante, intentando restablecer el equilibrio para adaptarse a la nueva situación. Es en estas situaciones aversivas cuando tienes que convencerte de que vas a tener éxito en la competición y que no existen motivos para preocuparte.

Con todo ello, podrás persuadirte a ti mismo de que tienes la capacidad de lograr cualquier meta y ya solo falta mostrar que puedes hacerlo.

Por Alba Niño González

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