Desde siempre, el problema de toda persona que se enfrentaba al aprendizaje era cómo estudiar, cómo adquirir esos conocimientos a los que aspiramos. Casi todos los planes de estudios han adolecido de esto mismo. Nos hacían aprender grandes temarios de memoria, sin comprensión y solo orientados a aprobar un examen. Pero vivimos en una sociedad en la que lo importante es prepararse para conseguir un trabajo, sin importar la cultura que tengamos, los conocimientos generales que poseamos, solo lo preparados que estemos en ese nicho específico al que aspiramos. Se echa de menos el espíritu del Renacimiento, de la Ilustración, en los que el aprendizaje era por el propio aprendizaje, por la satisfacción de adquirir conocimientos, por el saber en sí.
Por todo ésto, y aunque nos pese, debemos estar preparados para esa labor de educación, de estudio y para las que, a pesar de los esfuerzos de muchos profesionales, no lo estamos.
Ténicas de estudio y recursos TIC´s
Hay muchas técnicas para estudiar, aunque casi todas ellas comparten el mismo tronco y los mismos fines; son las que podemos llamar como “clásicas”, y van encaminadas a lo más importante, la lectura, la comprensión de lo que se lee, y en menor medida la velocidad a la que se comprende lo leído, y se incorpora a nuestro reservorio cultural. Es la “comprensión y velocidad lectora”. En segundo lugar y como complemento y apoyo para conseguir este último fin de comprender lo que leemos, son importantes el subrayado, las anotaciones al margen, y las técnicas de síntesis como el resumen, el esquema, el cuadro comparativo, los mapas conceptuales, las fichas y ficheros, y las listas de conceptos.
¡Perfecto!, todo esto son medios muy válidos para adquirir conocimientos, pero estamos en el siglo XXI, tenemos la “generación z”, la generación tecnológica, una generación visual; pongámosla al servicio de la enseñanza. Usemos internet para estudiar y conocer el mundo, para acercarlo a nuestro universo. Utilicemos los medios electrónicos como ordenadores, tabletas, teléfonos inteligentes, etc., para sustituir “el viejo y aburrido papel”, por pantallas que interactúan con el estudiante, que le hace vivir el aprendizaje como una realidad al alcance de su mano. Introduzcamos los conocimientos de la “nube” en nuestra vida. Aprovechemos sus ventajas para interiorizar los conocimientos “formales” de nuestros estudiantes, a través de la tecnología.
Por Pedro Marcos, estudiante en prácticas de la UNED.