¿Qué es una secta? Entendemos por secta el conjunto de personas que siguen una doctrina o a un líder que puede no estar presente. Generalmente, las sectas nacen como escisiones de algún grupo doctrinal mayor y se denominan «sectas destructivas» a aquellas que manipulan, controlan, persuaden y destruyen la personalidad de los individuos. Este tipo de sectas atentan directamente contra los derechos de las personas.
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Características de las sectas destructivas
1. Satisfacción de necesidades
Desde un inicio se promete la satisfacción total de las necesidades clásicas humanas basadas en la Pirámide de Maslow siempre y cuando cumplas previamente los requisitos impuestos para pertenecer al grupo.
2. Capacidades únicas
Se muestran como un grupo con capacidades únicas de forma que perteneciendo a él lograrás alcanzar aquellos logros que te propongas. Se definen como un grupo exclusivo. Son capaces de conseguir que un enfermo abandone su tratamiento para seguir el que ellos imponen dado que así logrará su objetivo.
3. Utilización de la persuasión coercitiva
A través de la fuerza psíquica o social logran controlar la conducta y la voluntad de sus adeptos, utilizando técnicas como la activación de emociones, la amenaza o el aislamiento físico.
4. Uso de la catarsis
Aprendizaje basado en la ruta periférica de procesamiento de la información. Empleo de la catarsis o activación emocional para facilitar la conformidad de los principios que se imponen a través de la sugestión.
5. Privación de sueño y mala alimentación
Por ejemplo, someter a los adeptos a pseudotratamientos basados en la privación de sueño y alimentación inadecuada para facilitar el deterioro de la capacidad crítica.
6. Importancia de la apariencia
Se presentan como una fuente de apoyo, amor y comprensión de esta forma consiguen analizar las debilidades de los adeptos para aprovecharlas posteriormente.
7. Costes excesivos
Pagar grandes cantidades de dinero, pérdida de contacto con la familia, justificar homicidios o suicidios con tu propia vida o la de tus seres queridos.
8. Estructura muy jerarquizada
El líder controla y los demás reciben instrucciones unidireccionalmente. En ocasiones llegan a existir diferentes niveles en los que se sitúan diferentes cargos y funciones con mayor o menor poder sobre los adeptos.
9. Autocracia
No existe la democracia. No asumir las órdenes de la autoridad es uno de los actos más castigados.
10. Retórica y argumentos falaces
Su discurso fascina a todo aquel que lo escucha.
11. Intereses por encima de todo
Defensa de los intereses de la cúpula bien sean económicos, políticos, sexuales, etc.
12. Proselitismo
Se intenta introducir en la secta a todo familiar o amigo, destacando su pensamiento dicotómico “o estás conmigo o estás contra mí”.
Características de los líderes
Los objetivos que persiga el grupo es la base de la personalidad de los líderes puestos que los deseos que este pretende satisfacer son un reflejo de los deseos del grupo.
Por otro lado, la carisma, la seguridad en sí mismos o la capacidad persuasiva y de influencia son rasgos destacables en la personalidad de los líderes.
Los trastornos de personalidad como el histriónico, el narcisista o el paranoico son muy habituales al igual que la presencia de ideas delirantes. Del mismo modo, los líderes de sectas destructivas presumen de una gran inteligencia puesto que, en ocasiones, estos son eminencias en determinadas temáticas.
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Ejemplos de líderes de sectas destructivas
Teresa Zonjic Hovden, líder de la secta destructiva “La Orientación” en Torremolinos. Según la declaración de diferentes testigos “Zonjic era capaz de lo mejor y lo peor, un día te hacía sentir feliz y con la idea de que vives con la verdad y al otro dejaba constancia de que era capaz de derrumbar a cualquiera si se lo proponía”. Del mismo modo, diferentes testigos afirman que esta líder manifestó que “nunca decidió pasar un test de inteligencia porque pensaba que el test era insuficiente para medir sus capacidades”.
Jim Jones, líder del “Templo del Pueblo” en Indianápolis, fue capaz de perpetrar un suicidio colectivo, conocido como “Noches Blancas” en el que fallecieron más de 900 personas gracias a su capacidad de persuasión y su poder de influencia.
Por último, Vicente Lapiedra Cerdá, líder del “Centro Esotérico de Investigaciones” (CEIS) consiguió a través de la impartición de cursillos de psicología e hipnotismo que sus adeptos cometieran delitos tales como estafas, corrupción de menores, inducción a la prostitución, intrusismo profesional o consumo de drogas.
Por Andrea García