Seguro que viendo más de un anuncio has pensado: ¿pero ¿quién se puede creer esto? ¿Quién es tan tonto como para comprar ese producto? Analizamos la influencia de la Psicología en la publicidad.
Esto se trata de una distorsión cognitiva llamada “efecto de la tercera persona” a través de la cual creemos que los demás son más influenciables que nosotros mismos. Consideramos que el efecto producido en nosotros es mínimo o inexistente mientras que para otros es capaz de modificar sus creencias.
Es algo muy habitual que consiste en la sobrevaloración de nuestras capacidades para resistir a un intento de persuasión. Creemos que los demás no van a ser capaces de analizar los datos con la misma habilidad y con la misma información previa.
Dependiendo de quién es el emisor del mensaje aceptamos o no como válidos los argumentos aportados, si la persona que nos intenta persuadir es de ideología política opuesta o nos cae mal tenderemos a poner en duda su veracidad. En el mundo de la publicidad se cuidan todos los detalles y se tienen en cuenta estas distorsiones cognitivas a la hora de conseguir un objetivo concreto.
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Distorsiones cognitivas en la publicidad
¿Por qué la gente no aprende inglés? Porque el inglés se enseña mal. ¿Quieres ser tu propio jefe? Seguro que muchos habéis escuchado estas frases más de una vez en multitud de plataformas digitales, ¿Cuál es el secreto de su éxito? ¿Cómo han conseguido utilizar a su favor las multitudes de bromas hechas sobre ellos?
Lo primero es que el anuncio debe captar nuestra atención, para ello se suelen usar estímulos fuertes que consigan este efecto como pueden ser la música, un sonido que genere sobresalto, imágenes muy llamativas o un personaje conocido. Se busca de este modo conseguir mayor aceptación del mensaje.
Al tratarse de anuncios generalmente breves, la principal estrategia seguida es atacar los puntos de dolor, es decir, identificar cuáles son los problemas que tiene la gente y darles una solución rápida. Se aprovechan además del bajo coste que tienen con respecto a otras plataformas el publicitarse en redes sociales. Se trata de un mensaje muy directo y casi milagroso.
Una vez conseguida nuestra atención, nos venden su producto como el más eficaz, por ejemplo, ¿Quieres bajar de peso? -únete a mi programa de entrenamiento y verás los resultados. Atacan ese punto flaco dotándote de la mejor solución a priori.
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Psicología, publicidad y marketing
En marketing se utiliza el término “360” que consiste en llegar al cliente a través del máximo número de vías posibles y adaptarnos a las distintas redes sociales en función de su formato. Con esto se consiguen dos cosas, por un lado, un mayor alcance y por otra gran disponibilidad para cualquier consulta requerida. El claro ejemplo del uso de esta técnica es el anuncio anteriormente descrito del inglés se enseña mal, han aparecido tantas veces y en tantas ocasiones que la gente conoce el producto ofertado, aunque haya sido por ser muy pesados. Han conseguido hacerse virales a base de ser muy insistentes, de esta forma tienen un mayor alcance y la gente puede acceder a su producto incluso a través de los memes hechos sobre ellos.
Cada vez se utilizan más las redes sociales para conseguir buena publicidad de una marca, un ejemplo de esto es la cadena de comida rápida KFC que a través de su Twitter están consiguiendo mucha viralidad en internet. Están apostando por buenos tuiteros para ser los encargados de llevar sus redes sociales con el fin de conseguir mayor publicidad en esta red social. De esta manera se acercan mucho más a los jóvenes al utilizar el mismo formato que emplean ellos.
Hemos visto que ambas estrategias son muy efectivas, tanto ser muy insistente como saber adaptarse a las nuevas tecnologías, ambas te generan un mayor número de potenciales clientes.
Otra forma de conseguir una buena publicidad es posicionarse en foco mediático a través de alguna polémica. Un ejemplo de esta estrategia fue la empleada por el cantante C. Tangana, el rapero hizo unas declaraciones algo subidas de tono acerca de lo que pensaba acerca del rey y llegó a decir que el rey es él. Aquello salió en todos los medios de comunicación y fue trending topic en España. Una vez conseguida toda esa atención aprovechó para sacar una canción. El cantante Recycled J utilizó una estrategia similar, se filtró un video suyo en el que salía llorando. Todas las redes sociales se hicieron eco del vídeo y pasó a convertirse en el hazmerreír de Instagram en ese momento. Resultó también ser una estrategia de marketing para conseguir un mayor impacto y recibimiento de su nuevo tema que comenzaba con el video llorando filtrado.
Por Ernesto López García