La música está presente en nuestras vidas desde que somos muy pequeños, incluso desde antes de nacer, ya que a partir de las 26-28 semanas de embarazo las funciones del oído del feto están plenamente desarrolladas.
A medida que vamos creciendo, la música va siendo un elemento cada vez más común en nuestras vidas. Es habitual que en el colegio se ponga música de fondo mientras se realizan tareas de lectura, o para relajar a los alumnos de la clase, o incluso se utilizan diferentes canciones para aprender las tablas de multiplicar o el abecedario. Sin embargo, fuera del contexto educativo, existen otros ámbitos donde la música es muy importante, como por ejemplo en los centros comerciales, donde es frecuente escuchar determinados tipos de música que, como se ha demostrado, aumenta el estado de ánimo de los clientes y, como consecuencia, la compra de determinados productos, o antes de los eventos deportivos.
El uso de la música en el deporte
Si nos centramos en el rendimiento deportivo, es extremadamente común observar cómo los jugadores profesionales que llegan al estadio antes de un partido van con cascos y sin hablar con nadie. Esta práctica, tan desarrollada en este contexto, puede ser ejecutada por los deportistas por varias razones.
Una de ellas es la concentración, que consiste en focalizar toda la atención, y no parte de ella, en los aspectos más importantes de una tarea. Por esta razón, si los jugadores se centran única y exclusivamente en la música, no atienden a estímulos que les puedan distraer de cara al partido. Además, es posible que hayan asociado determinadas canciones a un estado de concentración máximo para los partidos, llegando a escuchar solo aquellas canciones asociadas a esta situación.
Otra razón es la motivación, que, según la RAE, es el “conjunto de factores internos y/o externos que determinan en parte las acciones de una persona”. Todo el mundo tiene, al menos, una canción que le genera una motivación muy alta. La motivación es una variable que influye de una manera directa en el rendimiento deportivo debido a la relación que existe entre éste último y la activación. Esta relación toma una forma de U invertida, donde una activación mínima o una activación extrema genera un rendimiento mínimo, mientras que una activación intermedia genera un rendimiento óptimo (Nivel Óptimo de Activación, NOA). La motivación hace que el nivel de activación alcance unos niveles elevados, pero no extremos, de tal manera que el rendimiento durante el partido sea adecuado.
Sin embargo, también es posible que se haya adoptado esta conducta de escuchar música antes de cualquier partido, sin tener en cuenta la importancia del mismo, como rutina o simplemente porque gusta escuchar música.
Y tú, ¿eres de los que escuchas música antes de cada entrenamiento y partido? ¿o sólo antes de los entrenamientos? ¿o quizás solo antes de los partidos? En caso de que no seas deportista… ¿a qué esperas para sentir la emoción del deporte… y de la música?
El deporte, y la vida, sin música no sería igual.
Por Sofía Peláez Frontera.