En este artículo hablaremos sobre como la “Generación Silenciosa” se ha visto afectada psicológicamente por la pandemia de la COVID-19. También se hablará de la importancia de la asistencia psicológica para combatir los efectos de la dicha pandemia.
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¿Quiénes son las personas de la Generación Silenciosa?
Cuando hablamos de “Generación Silenciosa”, nos estamos refiriendo a aquellas personas nacidas entre 1928 y 1945, y que crecieron con la llegada de la Gran Depresión del 29, el auge del nazismo y el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Esta cohorte de personas, al crecer en un entorno crispado por la crisis mundial y el comienzo de las disputas entre países, desarrollaron una personalidad definida por el conformismo y el civismo.
Estos acontecimientos anteriormente descritos, han supuesto que se trate de un grupo de personas que busca el cariño y la cercanía de sus familiares, es decir, rehuyen de la soledad. Al tratarse de una generación que creció sin tecnologías a su alrededor, son reacios a las mismas y a las distintas innovaciones que rodean a la sociedad de hoy en día. ¿Pero que tiene que ver la relación de la generación silenciosa con las nuevas tecnologías y la COVID-19?
La COVID llegó a España a finales de Febrero del 2020 y obligó al gobierno a decretar el Estado de Alarma. Tuvieron que realizar un confinamiento obligatorio en sus domicilios durante más de tres meses. Las personas mayores fueron las más afectadas, no solo por ser los más afectados físicamente sino también, psicológicamente. Las personas de la Generación Silenciosa tienen dos características que se vieron gravemente afectadas con la situación que se vivió en esos meses y que siguen viviendo a la espera de la vacunación. Las características son:
- Buscan el contacto y huyen del aislamiento y la soledad.
- Los deterioros en su estado de salud influyen en su modo de vida.
Ambas características, se han agravado con el confinamiento que les encerró en sus casas alejándoles de sus seres queridos y en muchos casos, impidiéndoles el contacto físico. Las personas mayores en residencias no han podido salir de ellas hasta hace menos de un mes, fecha en la que se inició la vacunación en España. Según los datos, el 41,9% de las personas que viven en España tienen 65 años o más, y el 72% son mujeres. Esto favorece el aumento de la probabilidad de experimentar sentimientos de soledad. Se están produciendo cambios emocionales con la aparición de síntomas de depresión, ansiedad u otras psicopatologías, debidos a la menor interacción social con sus familias o amigos. También han aparecido sentimiento de apatía, tristeza, aburrimiento, preocupación o miedo.
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Consecuencias del Coronavirus en la salud mental
Ante esta situación, el uso de las tecnologías les ha permitido acercarse a sus familiares durante el confinamiento a través de los teléfonos, tablets, y algunas aplicaciones como son Zoom o Whatsapp. Para que esto haya sido posible, han tenido que intervenir sus familiares más jóvenes, que han sido los encargados de facilitar a sus mayores las herramientas y explicaciones necesarias para poder llevar a cabo estos acercamientos remotos que nos han permitido seguir disfrutando de aperitivos, cocinar, conversar e interactuar con nuestros mayores.
Resulta gracioso escuchar después noticias como la del otro día en el congreso, en la que los diputados del PP tomaban a risa las palabras de Iñigo Errejón acerca de la importancia de los psicólogos en la sanidad pública. Advertía que la cuarta ola del coronavirus iba a ser la de la salud mental y que debíamos estar preparados. Según la confederación de salud mental de España, 450 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida. Entre el 35 y el 50% no reciben un tratamiento adecuado.
Muchas veces las personas mayores son las grandes olvidadas de la sociedad, en este tema no debería ser así. Hay que conseguir una asistencia eficaz que permita a todas estas personas sobrellevar esta situación excepcional que estamos viviendo de la mejor manera posible. Ya está siendo complicado para todos de por sí, como para no tomar conciencia de la importancia que tiene la salud mental en las personas de edad avanzada.
Por Ernesto López García