Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

El rol del apego en las relaciones sociales

Los tipos de relaciones sociales que una persona mantenga dependen fundamentalmente de tres aspectos: primero del tipo de crianza y educación recibida por sus padres, segundo, de las relaciones sociales con los iguales y tercero, del temperamento y personalidad de la persona. Este artículo realiza una revisión de las principales teorías del apego, la influencia de los padres en las futuras relaciones sociales y las consecuencias de la misma en las personas.

¿Qué es el apego?

El apego es un vínculo o un lazo afectivo duradero con al menos una persona (ya sea una madre, un padre, una hermana, un profesor, etc). Es habitual que la primera figura de apego sea la madre o el padre y este enlace permite la supervivencia del pequeño; asimismo, la figura de apego actuará como una base segura que generará en él la confianza suficiente para explorar el entorno y aprender del mismo (Bowlby, 1969 en Golombok, 2015). Bowlby (1969 en en Golombok, 2015) hablaba de dos sistemas de comportamiento en el niño: el sistema exploratorio y el sistema de miedo.

  • El sistema exploratorio: se activa cuando el pequeño está en una situación segura junto a la figura de apego y se impulsan las conductas de exploración del entorno.
  • El sistema de miedo: se activa ante situaciones donde el pequeño siente inseguridad o temor, lo que disminuye o desactiva las conductas de exploración. Esto haría que el niño volviese donde la figura de apego se encuentre.

Esta relación hará que el bebé genere unos modelos internos basados en las experiencias tempranas con las figuras de apego, creándose así una representación de cómo deberían de ser las relaciones afectivas y sociales. Estos modelos determinarán la visión de sí mismo y las expectativas y comportamientos que debe tener ante las relaciones interpersonales, se trata de patrones considerados relativamente estables y permanentes (Bowlby, 1969 en Golombok, 2015).

Mary Ainsworth (1969 en Golombok, 2015) realizó un estudio sobre cómo se comportaban los niños ante situaciones extrañas o estresantes y clasificó su conducta en tres tipos en función de la reacción del pequeño ante la ausencia o presencia de la madre en la sala ante un extraño.

  1. Apego seguro: tienen un modelo positivo de sí mismos y de las otras personas.
  2. Apego inseguro evitativo: tienen un modelo positivo de sí mismos pero negativo de los otros.
  3. Apego inseguro ambivalente o resistente: tienen un modelo negativo de sí mismos y positivo de los otros.

Posteriormente, Main y Solomon (1990 en Golombok, 2015) añadieron un nuevo tipo de apego, el conocido como apego inseguro desorganizado-desorientado donde se tiene una visión negativa de uno mismo y los otros; característico de niños que han sufrido abuso o negligencia.

Tras el experimento de la situación extraña, Ainsworth (1985) creó un modelo que conectaba el apego que tenían los pequeños con el comportamiento de la figura de apego hacia ellos (Ainsworth, 1985 en Golombok, 2015).

  • Los niños con apego seguro tenían madres que eran sensibles y receptivas a las necesidad de sus hijos.
  • Los niños con apego inseguro ambivalente o resistente tenían madres que en situaciones eran receptivas pero en otras ocasiones eran inaccesibles o insensibles.
  • Los niños con apego inseguro evitativo tenían madres que continuamente rechazaban o eran inaccesibles a los niños.

¿Cómo nos afecta un tipo de apego u otro?

Una vez que ya hemos visto los modelos principales del apego es importante conocer qué consecuencias tiene un tipo de apego u otro en las relaciones sociales futuras. Se hablará de los tipos de estilo parentales y sus consecuencias en los niños (Baumrind, 1971 en Golombok, 2015).

  1. Autoritarios (authoritarian): aquellos padres que utilizan un estilo de crianza basado en el control y el castigo.
    • Los niños suelen ser desafiantes, dependientes e incompetentes socialmente.
  2. Permisivos o indulgentes (permissive): característico de los padres que son amables y no ejercen control o exigen poco a sus hijos.
    • Son niños mimados, con poca tolerancia a la frustración, faltos de asertividad y no se interesan por los logros.
  3. Indiferentes o negligentes (indifferent): se da en los padres que rechazan o descuidan a sus hijos. No dan apoyo y no controlan a sus hijos.
    • Los niños tienden a desarrollar problemas emocionales y conductuales y presentan también malos resultados en la escuela.
    • Característico de las personas que han sufrido pérdida traumática de una figura de apego, abuso o negligencia, enfocándose en asuntos sin resolver del pasado.
  4. Estilo educativo (authoritative): es el tipo ideal de educación, se caracteriza por la combinación de afecto y cariño con un control firme, este tipo de padres utiliza la negociación en lugar de los castigos.
    • Los niños son responsables, cooperativos, autosuficientes y capaces de autocontrolarse.
    • Pueden hablar sobre sus relaciones, expresan sus experiencias en la infancia a través de relatos coherentes y consistentes y hablan abiertamente sobre los aspectos positivos y negativos de sus relaciones.

En conclusión, el tipo de educación que dan los padres es un pilar fundamental en el modelo interno que se genera el niño, no obstante, no es lo único que influye. Las relaciones sociales posteriores que el niño mantenga así como el temperamento del mismo serán clave en su desarrollo social e individual. 

Por Irene Velasco Pérez

Deja un comentario

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?