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El fanatismo en el fútbol

El futbol es una de las dinámicas sociales más comunes hoy en día, volviéndose incluso un hecho cultural y de tradición en algunos países, por lo cual se justifica su estudio desde las Ciencias Sociales con la intención de desmenuzar y entender nuestro papel en este juego que tanto amamos, lo mejor que podamos. Por tal motivo, hoy nos parece importante hablar de un hecho social de gran importancia que ocurre en nuestro deporte, los Ultras. Llámese Ultras en España, Barras Bravas en Latinoamérica, Hooligans en Inglaterra o Torcidas en Brasil, pero todas, al fin y al cabo, reflejando el mismo comportamiento desadaptado y desmedido que no aporta nada positivo a nuestro deporte.

El fenómeno «Hooligan» en el fútbol

Es difícil rastrear los orígenes de estos comportamientos, pero varios historiadores mencionan que siempre han estado ahí, desde los inicios de la misma práctica del futbol, encontrándose por primera vez la palabra “Hooligan” el final del siglo 19 en un reporte policial en Inglaterra. Aunque como tal, los primeros grupos organizados se empiezan a ver desde la década de los 60, originalmente en Italia e Inglaterra, aunque no fue sino hasta los 80s que estos grupos empezaron a adquirir notoriedad pública debido a sus lamentables delitos y agresiones.

Una de las repercusiones más graves que ha tenido este movimiento, es la famosa “Tragedia de Heysel”, en Bélgica en el 85’, en la que 39 espectadores fallecieron tras una avalancha de aficionados por una disputa entre los Ultras del Liverpool en contra de los de la Juventus. Causando además 600 heridos. Uno de los hechos más lamentables que el futbol ha tenido que vivir, precisamente en una final de UEFA Champions League.

Por suerte, las medidas en contra que se han tomado por parte de las entidades responsables y los mismos clubes, estos comportamientos han disminuido en la actualidad, tanto en frecuencia como en intensidad. De igual manera esto no significa que no sigan existiendo. Recientemente, encontramos el caso de la final de la copa Libertadores 2018 entre River Plate y Boca Juniors, donde la vuelta se tuvo que jugar en el Estadio Santiago Bernabéu en Madrid debido a que los Ultras de River Plate agredieron a los jugadores de Boca Juniors lanzándole piedras y objetos mientras ingresaban al estadio, que ocasionaron graves daños al bus y a algunos jugadores de la plantilla, por lo cual la Conmebol tomo la decisión de realizar el partido fuera de Argentina, e incluso del continente.

Política y religión en el fútbol

Al ser un tema tan pasional, así como la religión o la política, que también lo pueden ocasionar, el futbol puede generar fanatismo en las personas, entendiendo fanatismo como un apasionamiento y tenacidad desmedida, en la defensa de creencias u opiniones, que te llevan incluso a cometer comportamientos antisociales de agresión, ya sea verbal o física, relacionando con un sentimiento de pertenencia y muchas veces escondiendo sentimientos racistas y xenófobos.

Son especialmente propensos a caer en estos comportamientos, personas con menos recursos para el manejo de emociones, y con necesidades insatisfechas propias de ciertas edades, pues estos grupos ofrecen a sus miembros satisfacer dichas necesidades, tales como pertenecer y sentirse parte de un grupo, o el adquirir una identidad asociada a normas, valores, creencias mutuas y modelos de acción, en la que el integrante asimila un rol y hace suyas las imágenes y símbolos del grupo, para así ser confirmado y aprobado por el resto del grupo, brindando así ese sentimiento de pertenecer y ser aceptado.

Por supuesto, los que amamos y crecimos viendo futbol, sabemos lo bonito que es tener un equipo que te haga sentir los colores, el apoyarlo en las buenas y en las malas, ese amor incondicional que le brindamos todos los domingos, y sentir victorias y derrotas como tuyas, es un sentimiento y una experiencia muy linda como para empañarla por la violencia y el odio, es por eso que debe ser nuestra misión, incentivar a nuestros jóvenes, claro, a amar a su equipo y apoyarlo, pero también en la tolerancia y el respeto frente a nuestros rivales, para así poder disfrutar del futbol como se debe, en familia y en paz.

Por Rodrigo Naranjo

@rodrigo_naranjo

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