La depresión laboral es una realidad que afecta a muchas personas y que, en ocasiones, puede pasar desapercibida tanto para quien la sufre como para quienes le rodean. No se trata simplemente de un mal día en el trabajo o de una etapa de estrés pasajero. Hablamos de una sensación de vacío, desesperanza y agotamiento emocional que se prolonga en el tiempo y que afecta no solo a nuestro desempeño laboral, sino también a nuestra vida personal.
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Reconocer los síntomas de la depresión laboral
Uno de los mayores retos de la depresión laboral es reconocer sus síntomas. Muchas veces, nos acostumbramos a vivir con la falta de motivación y energía, con la sensación de que cada jornada laboral es un peso imposible de levantar. Sin embargo, hay ciertas señales que nos indican que algo no está bien:
- Sensación de vacío y desesperanza. Sentimos que nuestro trabajo no tiene sentido, que nada de lo que hacemos marca la diferencia y que el futuro no ofrece perspectivas alentadoras.
- Falta de motivación y energía. Tareas que antes realizábamos con facilidad ahora nos parecen inalcanzables. Nos cuesta arrancar el día, nos sentimos agotados sin razón aparente.
- Baja autoestima y autoconfianza. Empezamos a dudar de nuestras capacidades, sentimos que no somos suficientes y que nuestro desempeño está por debajo de lo esperado.
- Dificultades para concentrarse. Nos cuesta enfocarnos en nuestras responsabilidades, olvidamos cosas con facilidad y sentimos que nuestro rendimiento está disminuyendo.
Estos síntomas pueden generar un círculo vicioso: cuanto peor nos sentimos, más difícil se nos hace cumplir con nuestras responsabilidades y, al no poder rendir como antes, la sensación de frustración y desmotivación aumenta.
Buscar ayuda psicológica: el primer paso hacia la recuperación
Es fundamental entender que no estamos solos en este proceso. Acudir a un psicólogo no significa que hayamos fracasado ni que seamos incapaces de manejar nuestras emociones. Al contrario, buscar ayuda es un acto de valentía y un paso esencial hacia el bienestar.
Un psicólogo nos ayudará a entender qué está causando nuestra depresión laboral y a desarrollar estrategias para afrontarla. A través de la terapia, podremos trabajar en nuestra autoestima, encontrar nuevas fuentes de motivación y aprender a gestionar el estrés y la ansiedad de manera saludable.

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Estrategias para afrontar la depresión laboral
Aunque cada persona es diferente y requiere un enfoque individualizado, hay algunas estrategias generales que pueden ayudarnos a enfrentar la depresión laboral y recuperar el equilibrio emocional.
1. Reestructurar nuestros pensamientos
Muchas veces, la forma en la que interpretamos la realidad influye en cómo nos sentimos. Si constantemente pensamos que no somos lo suficientemente buenos o que nuestro trabajo no tiene sentido, es probable que nuestra motivación disminuya. En terapia, aprendemos a identificar estos pensamientos negativos y a reemplazarlos por otros más realistas y positivos.
2. Establecer objetivos alcanzables
Cuando nos sentimos desbordados, cualquier tarea puede parecer inalcanzable. Una estrategia eficaz es dividir nuestro trabajo en pequeños objetivos diarios o semanales. Cumplir con estas metas nos da una sensación de logro y nos ayuda a recuperar la confianza en nosotros mismos.
3. Practicar el autocuidado
Nuestro bienestar físico influye directamente en nuestra salud mental. Dormir bien, llevar una alimentación equilibrada y hacer ejercicio regularmente pueden mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra energía.
4. Aprender a poner límites
El exceso de trabajo y la falta de tiempo para uno mismo pueden ser factores determinantes en la depresión laboral. Aprender a decir «no» cuando sea necesario y respetar nuestro tiempo de descanso es fundamental para evitar el agotamiento emocional.
5. Buscar apoyo en nuestro entorno
Hablar con amigos, familiares o compañeros de confianza puede ayudarnos a sentirnos comprendidos y apoyados. No tenemos que enfrentar esta situación solos; compartir nuestras preocupaciones con personas cercanas puede aliviar la carga emocional.
6. Explorar nuevas formas de motivación
Redescubrir qué nos apasiona y encontrar nuevos retos puede ayudarnos a recuperar la ilusión por nuestro trabajo. A veces, un pequeño cambio en nuestra rutina o en la forma en la que abordamos nuestras responsabilidades puede hacer una gran diferencia.
7. Considerar cambios profesionales si es necesario
En algunos casos, la depresión laboral puede estar relacionada con un entorno de trabajo tóxico o con un trabajo que no se alinea con nuestros valores y aspiraciones. Si la situación no mejora a pesar de nuestros esfuerzos, podría ser el momento de evaluar nuevas oportunidades profesionales.
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Recuperar la ilusión por el trabajo y la vida
Superar la depresión laboral no es un proceso rápido ni fácil, pero con la ayuda adecuada y un compromiso con nuestro bienestar, es posible recuperar la ilusión por nuestro trabajo y nuestra vida. La clave está en dar el primer paso: reconocer que necesitamos ayuda y estar dispuestos a trabajar en nosotros mismos.
Si nos identificamos con estos síntomas, es importante recordar que no estamos solos y que hay soluciones. Buscar apoyo psicológico nos permitirá comprender mejor lo que nos está ocurriendo y desarrollar herramientas para superar la depresión laboral. Nuestro bienestar es una prioridad y merecemos sentirnos bien con lo que hacemos cada día.
Por UPAD Psicología y Coaching