Los videojuegos, desde su inicio, han sido considerados como entretenimiento vacío y una pérdida de tiempo con un potencial enorme para promover la violencia, el abuso de sustancias, la obesidad y otro tipo de conductas negativas y despreciables, las cuales no han de ser promovidas, sobre todo, entre el público más joven.
Pese a que esta tendencia está siendo aminorada debido a que las generaciones crecen y/o han crecido jugando a estos, sigue existiendo una gran lucha entre las personas que defienden los aspectos positivos de los videojuegos y las que los demonizan, llegando a pedir que se eliminen del mercado.
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Investigaciones sobre la influencia de los videojuegos en el rendimiento
Para arrojar algo de luz y objetividad a este tema, miembros de la APA (Asociación Americana de Psicología o American Psychological Association en inglés), a través de una serie de trabajos e investigaciones concluyeron que “los videojuegos aumentan el potencial de resolución de los problemas”.
Una de las investigaciones que respaldó esta declaración fue el que tuvo lugar en la universidad de Iowa, EEUU. En ella participaron 33 cirujanos (18 mujeres y 15 hombres) del Centro Médico Beth Israel, los cuales estaban especializados en distintas áreas, tales como urología, obstetricia, ginecología, cirugía general, etc. Los cirujanos tuvieron que jugar a 4 juegos distintos (“Super Money Ball 2”, “Star Wars Racer Revenge”, “Silent Scope” y “Top Gun”) durante un mínimo de 3 horas antes de cada operación para luego comparar sus resultados con otros cirujanos que no se habían preparado jugando a ningún videojuego.
Los resultados fueron asombrosos: los cirujanos que sí se prepararon antes de las operaciones jugando fueron un 27% más rápidos en sus cirugías, sus errores disminuyeron un 37% y, en promedio, sus resultados fueron un 43% mejores en comparación a los especialistas que no le habían dedicado tiempo a los videojuegos antes de sus operaciones.
Igualmente, dentro de los cirujanos que sí que jugaron a videojuegos, los especialistas que obtuvieron las mejores puntuaciones en dichos juegos fueron un 39% más rápidos y sus errores se vieron disminuidos en un 47% que sus compañeros.
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Beneficios psicológicos de los videojuegos en el rendimiento
Todos estos resultados se pueden explicar gracias a la mejora sustancial que implica el uso de videojuegos como entrenamiento y disfrute; en las cirugías (sobre todo en las más precisas, como bien pueden ser las laparoscopias) los profesionales utilizan instrumentos muy precisos, pequeños y deben realizar las mínimas incisiones para realizar un buen trabajo. Este trabajo implica una práctica que puede ser desarrollada y perfeccionada a través de los videojuegos, ya que su amplio catálogo y diversidad nos permiten desarrollar aspectos esenciales para la mejora del rendimiento en tareas como la resolución de problemas, pensamiento divergente, coordinación viso-espacial y óculo-motora, motricidad fina, entre otros.
Sumado a esto, los videojuegos pueden ser utilizados para combatir sentimientos negativos o enfermedades mentales, tales como la ansiedad o la depresión. Cuando nos imaginemos un juego, no sólo se nos tiene que venir a la cabeza un soldado americano disparando por la gloria de su país o muñecos detrás de un balón; un videojuego puede ser una aventura gráfica que, a través de sus distintos niveles, nos muestra una historia con las que nos puede enseñar diferentes técnicas muy reconocidas y utilizadas por los profesionales de la salud mental como la gestión de las emociones, el reconocimiento personal o aspectos de la terapia cognitivo conductual. Además, a través de estas historias gráficas, podemos aprender aspectos de la inteligencia emocional, imprescindibles para desarrollarnos plenamente como personas.
Ejemplificando esto último, en el videojuego “Celeste” (ganador en la categoría de mejor juego independiente y juego de impacto en los Game Awards 2018) debemos ayudar a Madeline a conseguir su objetivo de llegar a la cima de una montaña. Este videojuego es extremadamente difícil, ya que el propio videojuego en sí es una metáfora (la cual iremos descubriendo a medida que avanza el juego) de la lucha de la protagonista y de lo duro que resulta vivir con depresión. De hecho, su creador, Matt Thorson, defendió que la dificultad de su videojuego estaba justificada para que los jugadores empatizasen con los sentimientos de desesperanza de los pacientes de depresión, pero que a su vez, tanto los jugadores libres de depresión como los que la padecían terminasen el juego sintiéndose poderosos; el haber escalado la montaña con tanta dificultad como metáfora de que tras un camino largo, pero con constancia y con las herramientas psicológicas adecuadas, la depresión puede ser superada.
Por Álvaro Bejarano Andrade