Prepararse para una oposición es un reto que pone a prueba nuestra capacidad de resistencia, disciplina y motivación. Al principio, la ilusión y el compromiso con nuestro objetivo nos impulsan a estudiar con energía, pero a medida que pasa el tiempo, la rutina puede volverse monótona y la motivación disminuir. Es en estos momentos cuando aparecen la desmotivación y la falta de disciplina, haciendo que el estudio se convierta en una carga pesada.
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Entendiendo la desmotivación y la falta de disciplina
Es normal que en un proceso tan largo como el estudio de una oposición haya altibajos emocionales. La desmotivación suele surgir cuando sentimos que nuestro esfuerzo no está dando frutos inmediatos o cuando la rutina nos lleva a perder de vista el propósito final. La falta de disciplina, por su parte, se manifiesta en la dificultad para seguir un horario de estudio, la tendencia a procrastinar o la incapacidad para concentrarnos.
Identificar la causa de nuestra desmotivación es el primer paso para poder gestionarla. Preguntarnos: “¿Qué ha cambiado desde que empecé? ¿Qué me impide estudiar con ganas?” nos ayuda a comprender el origen del problema y encontrar soluciones adecuadas.

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Estrategias para superar la desmotivación y recuperar la disciplina
1. Redefinir nuestro propósito
Cuando la meta parece lejana, es fácil perder la perspectiva y caer en la desmotivación. Por ello, es importante recordarnos por qué estamos estudiando. Podemos escribir en un papel los motivos que nos llevaron a opositar y colocarlo en un lugar visible. Así, cada vez que sintamos que nos falta motivación, podremos leerlo y recordar la razón de nuestro esfuerzo.
2. Establecer objetivos realistas y alcanzables
A veces, la desmotivación surge porque nos imponemos metas poco realistas. En lugar de proponernos estudiar 10 horas diarias, podemos establecer metas concretas y alcanzables, como completar un tema al día o realizar un cierto número de test semanales. Al lograr estos pequeños objetivos, sentiremos que avanzamos y nuestra confianza aumentará.
3. Cambiar la metodología de estudio
La monotonía es enemiga del aprendizaje. Si estudiar nos resulta aburrido, es momento de innovar. Algunas estrategias incluyen:
- Técnicas de estudio variadas: alternar la lectura con resúmenes, esquemas, mapas mentales o grabaciones de audio.
- Explicar en voz alta: simular que enseñamos el contenido a otra persona mejora la comprensión.
- Gamificación: utilizar aplicaciones de aprendizaje con recompensas o desafíos para motivarnos.
4. Aplicar la técnica del pomodoro
Esta técnica consiste en estudiar durante 25 minutos sin interrupciones y descansar 5 minutos. Después de cuatro ciclos, se toma un descanso más largo. Este método nos ayuda a mantener la concentración y evitar la fatiga mental.
5. Crear un ambiente de estudio agradable
El lugar donde estudiamos influye en nuestra motivación. Es recomendable elegir un espacio bien iluminado, ordenado y libre de distracciones. Además, escuchar música instrumental o sonidos ambientales puede ayudarnos a concentrarnos mejor.
6. Mantener una rutina flexible
Si bien es importante seguir un horario, también debemos permitirnos cierta flexibilidad. Ajustar nuestra rutina a nuestras energías y estado de ánimo puede hacer que el estudio sea más llevadero. Si un día nos sentimos especialmente cansados, podemos dedicar menos tiempo a memorizar y enfocarnos en repasar.
7. Introducir pequeñas recompensas
Nuestro cerebro responde bien a las recompensas. Podemos motivarnos estableciendo pequeños premios tras completar una sesión de estudio, como ver un capítulo de nuestra serie favorita, salir a dar un paseo o tomar nuestro snack favorito.
8. Buscar apoyo en otras personas
Estudiar una oposición puede ser un camino solitario, pero no tiene por qué ser así. Participar en grupos de estudio o contar con un compañero de oposición puede ayudarnos a sentirnos acompañados y mantenernos motivados. Compartir dudas, consejos y logros con otras personas en la misma situación puede ser un gran incentivo.
9. Gestionar el estrés y la ansiedad
La presión por aprobar puede generar estrés y ansiedad, lo que a su vez afecta nuestra motivación, generando desmotivación. Para contrarrestarlo, podemos practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el mindfulness. Además, es fundamental asegurarnos de dormir lo suficiente y realizar ejercicio físico regularmente.
10. Recordar que la constancia es la clave
En el camino de la oposición, habrá días en los que nos sintamos más motivados y otros en los que nos cueste más estudiar. Lo importante es no rendirse y seguir adelante, aunque sea con pequeños pasos. La constancia es lo que finalmente nos llevará a alcanzar nuestro objetivo.
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Gestionar la desmotivación y la falta de disciplina en el estudio de una oposición es un reto, pero no es imposible. Con estrategias adecuadas, apoyo y una mentalidad flexible, podemos superar los momentos difíciles y seguir avanzando hacia nuestra meta. La oposición no es solo una prueba de conocimientos, sino también de resiliencia y perseverancia. Cada día de estudio es un paso más hacia nuestro sueño. Y aunque el camino sea desafiante, recordar que estamos invirtiendo en nuestro futuro nos ayudará a seguir adelante.
Por UPAD Psicología y Coaching