Como cada año desde el 1974, acabamos de retrasar nuestros relojes 1 hora según el horario de invierno y son muchas las personas que empiezan a notar sus efectos. Sin embargo, si eres uno de los afortunados a los cuales el cambio de hora no les afecta apenas, estás de enhorabuena ya que según la ciencia, este cambio horario podría tener consecuencias negativas para nuestra salud física y mental.
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El cabio horario puede afectarnos negativamente independientemente de si es el horario de invierno o el de verano
Pareciera que adaptarnos al horario de invierno fuese un cambio menos sustancial para nuestro reloj biológico que al de verano, ya que “ganamos” una hora de sueño, pero lo cierto es que, cualquier cambio horario, obliga a nuestro cuerpo a reajustar su reloj interno y esto impacta en nuestro descanso y en consecuencia a nuestro estado anímico.
Esto ocurre porque nuestros ciclos circadianos están controlados por nuestro reloj biológico que se encuentra en el hipotálamo. Esta región del cerebro envía señales a otras partes del cerebro como la glándula pineal que se encarga de segregar melatonina, la hormona que nos ayuda a regular el sueño. La luz hace que se inhiba la producción de melatonina, mientras que se estimula cuando hay oscuridad para prepáranos para la hora de dormir. A parte de esto, los ritmos circadianos también influyen en el sistema hormonal, la digestión y la temperatura corporal, así que puedes empezar a hacerte una idea de porqué a algunas personas el cambio de hora les afecta tanto.
Según la ciencia, este hecho, tanto en verano como en invierno produce una disminución de las horas de sueño, ya que aunque atrasemos el reloj, nuestro cuerpo se despierta a su hora, que en invierno sería más pronto pero acabamos acostándonos una hora más tarde. Por lo visto, este reajuste interno puede durar más de 5 días.
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La ciencia ha encontrado efectos tanto físicos como psicológicos
Además, también hay evidencia de que el cambio de hora puede aumentar la incidencia de problemas emocionales y de conducta, reacciones autoinmunes relacionadas con el estrés e incluso tenemos más probabilidades de sufrir un accidente. Otro estudio, encontró que el cambio horario de invierno resulta en un 11% más de episodios depresivos en la población.
Los efectos en la salud son tan significativos que son muchas las voces de expertos que desde hace unos años están en contra del cambio horario y apoyan su supresión. El caso de España es además especial ya que desde la época franquista, ajustamos nuestros relojes al horario alemán y vivimos desde entonces en un horario que no nos pertenece según nuestro meridiano, que es el de Greenwich, lo que hace que los efectos en la población sean aún más marcados que en el resto de Europa al hacer todo más tarde debido a este desfase entre la hora marcada y las horas reales de luz.
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Medidas que podemos tomar para hacer de esta transición un proceso más sencillo para nuestro cuerpo
Pero hasta que los gobiernos se pongan de acuerdo con dejar de cambiarnos la hora, vamos a tener que seguir viviendo con esta eventualidad dos veces al año, por lo que podemos intentar a nivel individual tomar algunas medidas para que no nos afecte tanto. Por ejemplo:
- Acuéstate a tu hora habitual el día en el que se vaya a cambiar el horario, no aproveches para trasnochar.
- Levántate a la hora de siempre la mañana después del cambio de hora, aunque puede que te despiertes antes, intenta dormir esa hora extra.
- Intenta hacer ejercicio por la mañana, sal a que te dé la luz solar, lo que ayudará a aumentar tus niveles de cortisol sintiéndote con más energía y a la vez impedirá que segregues melatonina (lo que hace que te sientas cansado).
- Disminuye el consumo de bebidas estimulantes como el café, las bebidas de cola, bebidas energéticas, etc.
- Controla la exposición a las pantallas los días previos y posteriores al cambio, ya que la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos, también pueden influir en la producción de melatonina.
Tanto si eres de los que les afecta mucho este cambio como si no, seguir estos consejos será mejorará tu bienestar general ya que la exposición a la luz natural, así como tener una correcta higiene del sueño influye de manera positiva en nuestro bienestar y nuestro estado de ánimo.
Por Lucía Rubín
Referencias bibliográficas
- Aries, M. B., & Newsham, G. R. (2008). Effect of daylight saving time on lighting energy use: A literature review. Energy policy, 36(6), 1858-1866.
- Zhang, H., Dahlén, T., Khan, A., Edgren, G., & Rzhetsky, A. (2020). Measurable health effects associated with the daylight saving time shift. PLoS computational biology, 16(6), e1007927.