“No vales para nada”, “estás gordo”, “ojalá desaparezcas” y un sinfín de afirmaciones en forma de insultos y amenazas son los que reciben día tras día las víctimas de acoso escolar a través de internet. El bullying electrónico, acoso a través de internet o más conocido como ciberbullying es una forma de acoso relativamente nueva, que implica el uso de las nuevas tecnologías con el fin de acosar, amenazar de forma intencionada a otra persona. Como cualquier tipo de acoso, como el acoso laboral o mobbing, el acoso escolar o bullying, se trata de una exposición a conductas de violencia psicológica dirigidas de forma repetitiva y reiteradas en el tiempo, hacia una o más personas por parte de otra/s que actúan desde una posición de poder.
Ciberbullying: el acoso escolar a través de internet
El acoso escolar es, quizás, el tipo de acoso del que más información se tiene actualmente y por ende, el más conocido por la sociedad. Sin embargo, con el reciente crecimiento del uso de las nuevas tecnologías , la prevalencia de los casos de ciberbullying ha aumentado de manera exponencial, llegando a afectar al 5-25% de los jóvenes de entre 12 y 16 años. Además, hay que tener en cuenta que las personas que son víctimas de acoso en la escuela, suelen serlo también de manera online y que un tercio de los casos de ciberbullying tienen una historia de bullying anterior.
Entre las características del ciberbullying que lo diferencian del bullying se encuentran las siguientes:
- Mientras que el acoso escolar se da en los espacios de clase habitual, el ciberbullying se caracteriza por realizarse desde el anonimato y la invisibilidad propia de las redes sociales y fuera de los espacios escolares.
- Es por ello por lo que el ciberbullying es más difícil de detectar y por tanto, más difícil de poder ayudar a quienes lo sufren.
Entre las consecuencias que provoca un episodio de ciberbullying en la víctima son distintas en función de las características de la persona y la gravedad del caso. Entre las cuales se encuentra la ansiedad y/o la depresión, la pérdida de autoestima o el aislamiento social con lo que esta problemática conlleva. Además, se ha demostrado que debido a las características del acoso en sí, la posibilidad que hay de que la víctima comunique a su familia, amigos o compañeros que está sufriendo amenazas, insultos o manipulación es baja, debido al miedo que suele tener la víctima a las consecuencias que pueda tener por parte del acosador. Por tanto, a continuación se expondrán 6 claves para detectar si su hijo o alumno es víctima del ciberbullying.
6 claves para detectar si mi hijo sufre de ciberbullying
- Como se ha comentado anteriormente, haber sufrido acoso escolar anteriormente es un buen indicador predictor de que se puede estar sufriendo también un episodio de ciberbullying.
- Se encuentra triste y nervioso de manera habitual a lo largo del día y de manera prolongada en el tiempo.
- Presenta ansiedad cuando se sienta frente al ordenador o está con el móvil e incluso le escuchamos llorar en ocasiones.
- No quiere que nadie le mire el móvil o el ordenador y siempre que lo quiere consultar se encuentra de forma aislada.
- Observamos que no tiene ganas de ir al colegio o muestra ansiedad cada vez que se habla de alguna situación escolar.
- Ha perdido de forma repentina sus relaciones sociales.
¿Qué podemos hacer los padres ante el cyberbullying?
Resulta fundamental que las familias conozcan, en primer lugar, en qué consiste esta forma de acoso que a tantos jóvenes afecta día tras día, para poder realizar de manera conjunta una detección y una intervención temprana para poder minimizar las posibles consecuencias tan graves que produce en la vida de la víctima.
Hoy día, existen diferentes protocolos de actuación y es cierto que por medio de la policía, se están llevando importantes redadas para acabar con esta problemática. Por tanto, es fundamental que las familias y los profesores asuman un papel protagonista a la hora de informar cuanto antes frente a cualquier indicio que se observe en nuestros hijos o alumnos, porque si no es ahora, podría ser el siguiente.
Asumamos responsabilidades y entre todos, acabemos con el ciberbullying.
Por Ignacio García Giménez.