El deporte es una herramienta educativa muy importante para el desarrollo de las personas y de su identidad, dado que con él se adquieren una serie de valores que nos definen como personas. Uno de esos valores es el respeto.
El respeto es una actitud positiva que reconoce el valor de las personas, teniendo en cuenta sus intereses y sentimientos. Es la base para jugar con deportividad y nobleza y, por ende, disfrutar jugando.
El principal problema actual es la falta de respeto que se está dando en el mundo del fútbol, no solo en el ámbito profesional sino también en las categorías inferiores. El problema radica en que los niños no aprenden a respetar desde pequeños y, por lo tanto, tampoco lo hacen a medida que van creciendo. Esto puede deberse a que, por una parte, en los equipos no se fomenta un clima respetuoso entre compañeros sino la competición, quizá no del todo sana, y, por otra, los niños carecen de ejemplos a seguir. En relación a esto último, es fácil ver a padres gritando e insultando desde la grada a los árbitros, o a los profesionales insultando, e incluso agrediendo, a los árbitros y a sus rivales.
¿Cómo fomentar el respeto en el fútbol?
- Como entrenador: evita frases como “demuestra que tienes ganas y mata a ese”, “haz lo que sea para que no se te vaya” o “pégale duro, si se lesiona no pasa nada no es tu compañero”. Recuerda que los niños están desarrollándose como personas y es importante que se desenvuelvan en un clima de respeto, dado que éste les acompañará toda su vida. Rechaza la victoria a cualquier precio.
- Como padre: evitar desprestigiar al rival, no deja de ser un niño. Recuerda que eres un ejemplo a seguir para tu hijo, quien entiende que lo que tú haces es lo correcto. Los adultos somos, con nuestros comportamientos, los modelos a seguir de los más pequeños, por esta razón es importante que seamos partícipes en su proceso de aprendizaje y desarrollo personal. Si a los niños no se les enseña desde un ámbito agradable para ellos no lo aprenderán para otras circunstancias, y el respeto es vital para vivir en sociedad.
- Como jugador: el rival es una persona como tú, acuérdate de la máxima “No hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Controla los impulsos y ten el compromiso de esforzarte y dar de ti todo lo posible, respetando no solo a los compañeros, tanto del mismo equipo como rivales, y árbitros, sino también a ti mismo. Recuerda que no juegas contra el rival sino con el rival, sin él no hay juego, por eso hay que respetarlo.
Fomentemos, entre todos, el respeto y los buenos modales, como se da en otros deportes como el rugby o el tenis, y tratemos de eliminar todas las conductas irrespetuosas y violentas en el ámbito deportivo.
Juega, respeta, y ante todo, disfruta y diviértete con el fútbol.
Por Sofía Peláez Frontera.