Comenzaremos este artículo diciendo que Brasil empezó un partido que ya tenía perdido antes de jugar.
Anoche pudimos vivir un claro ejemplo de Atención-Concentración en el partido entre Brasil y Alemania correspondiente a la primera semifinal de la Copa del Mundo 2014, que como bien sabemos se está disputando en el país de la caipirinha. El resultado final: 1-7 para los alemanes.
Visto así y con los datos en la mano, que es la peor derrota de la historia de La Canarinha. La anterior fue hace 94 años cuando Uruguay venció 6-0 antes de cometer el Maracanazo.
Puede que a muchos les sorprenda, a nosotros por supuesto que también como es lógico, pero visto los acontecimientos ocurridos durante la semana, y como se suele decir, «a toro pasado», podemos encontrarle una explicación a lo ocurrido anoche.
Es una cuestión de a dónde dirijimos nuestro foco de atención.
Durante toda la semana los brasileños no han parado de hablar de la lesión de Neymar y de la sanción de Thiago Silva. En ningún momento han dado más importancia al encuentro contra Alemania, sólo han hablado de Neymar, Neymar, Neymar, y más Neymar, ¡ah bueno! y un poco de Neymar.
Han focalizado toda su atención y sus energías en intentar recuperar a Neymar para la Final… sin saber que no llegarían a jugarla.
Hemos podido incluso oir a Scolari diciendo que con infiltraciones podrían alinear a Neymar para la Final. Has decorado el avión que les llevaría a las semis con un hashtag apoyando al crack brasileño (#éTóiss); decidieron no entrenar en el campo donde se iban a medir con los alemanes al día siguiente… un cúmulo de despropósitos.
En vez de aceptar la lesión de Neymar y la baja por sanción de su capitán, Thiago Silva, y por último, dar un golpe en la mesa y decir: «señores, el Martes jugamos la Semifinal de la Copa del Mundo ante un equipo que sabe muy bien jugar al fútbol», centraron su atención en todas las cosas negativas que les estaba sucediendo en la última semana. Error.
Por el contrario, tenemos a Joachim Löw, entrenador de la Selección de Alemania, que antes de comenzar a hablar del partido en la rueda de presa previa a la Semifinal dijo lo siguiente: «Antes de que comencéis a preguntarme por Neymar y nos olvidemos de por qué estamos realmente aquí, quiero dejar claro que es una pena que no juegue ni él ni su capitán, Thiago Silva, porque estarán más motivados de cara a vencernos. Y sobre todo jugando en casa, ante su afición. A partir de ahora, me gustaría que las preguntas estuvieran centradas en el partido de mañana. Gracias».
Brasil 0
Alemania 1
Gol de Joachim Löw (minuto -1)
Aquí fue cuando los alemanes comenzaron a ganar el partido.
Tras el análisis, podemos observar que los brasileños no han dirigído el foco de atención donde debían, que no es otro sitio que a la Semifinal contra Alemania. Esto ha producido un estado de descontrol, una sensación de derrotismo, de tristeza y por consiguiente, una falta de ideas durante el partido que ha desembocado en una aplastante victoria para la selección alemana.
Tras el partido, Joachim Löw ha vuelto a dejar claro lo siguiente: «superada la euforia, quiero pedir a todo el equipo que se concentre a partir de ahora en la Final».
Terminaremos el artículo haciendo referencia a una cita que dijo el compositor, director y pianista alemán, Ludwig van Beethoven: «Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo»
No le falta razón.
Fernando Callejo