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Claves para mantener una buena higiene del sueño

Claves para mantener una buena higiene del sueño

Los trastornos del sueño son una de las problemáticas de mayor incidencia en el ámbito de la salud en la sociedad actual. La relevancia de la calidad del sueño viene dada por el hecho de que se trata de un factor determinante de la salud y de una buena calidad de vida. La calidad del sueño no comprende sólo el dormir satisfactoriamente en la noche, también un adecuado funcionamiento durante el día para poder realizar las tareas necesarias y desarrollar sus funciones con normalidad. En este artículo hablaremos sobre las claves principales para mejorar nuestra higiene del sueño.

Consejos para fomentar una buena higiene del sueño

La higiene del sueño consiste en las prácticas y conductas necesarias realizadas por la persona para que se mantenga la calidad del sueño. La higiene del sueño trata diversos factores, tanto ambientales como relacionados con la salud.

Alguna de las recomendaciones que se dan para mantener una buena higiene del sueño y, por tanto, una buena calidad de sueño y de vida son las expuestas a continuación.

La primera es la implementación de un horario fijo de sueño, es decir, establecer una hora para despertarse y acostarse todos los días.

Además, se recomienda no permanecer en la cama más tiempo del necesario, ya que puede resultar en el fragmento del sueño. Esto está muy relacionado con la indicación de evitar la siesta, para no dividir el sueño durante el día y unificarlo en la noche.

Hay ciertas sustancias que han demostrado ser perjudiciales para el sueño si son ingeridas en grandes dosis diariamente, algunas incluso para la salud. Entre ellas se destacan la cafeína, teína, nicotina, alcohol o hipnóticos, como las benzodiacepinas.

Se recomienda realizar ejercicio de forma regular, pero siempre al menos tres horas antes de acostarse para que no afecte al ciclo del sueño y, además, porque el ejercicio hace que el cerebro se active y, consecuentemente, se dificulte el sueño. Aunque la persona pueda sentirse cansada por el ejercicio realizado, es posible que no pueda dormir porque se encuentre demasiado activada.

En cuanto a la alimentación, se ha visto que afecta al sueño en gran medida, por lo que no se aconseja tomar una cena abundante o pesada, y evitar ingerir alimentos dos horas antes de dormir. Por otro lado, se recomienda no ver la televisión, escuchar la radio o usar pantallas (ordenadores o móviles) en la cama o antes de acostarse.

Una de las grandes aportaciones de la higiene del sueño es la influencia del ambiente en la calidad del sueño. Se aconseja mantener el dormitorio a una temperatura regular, que sea agradable y con niveles bajos de ruido y luz para facilitar el sueño.

La aplicación de estas recomendaciones en el día a día puede favorecer la salud y la calidad de vida de las personas, permitiendo un descanso satisfactorio en la noche y el adecuado desarrollo de sus funciones durante el día.

Por Raquel Bravo Elvira

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