La sexualidad se forma desde el momento de la fecundación hasta la muerte, por lo tanto, la Educación Sexual es un proceso que se da a lo largo de toda la vida. Por ello, es fundamental que padres y madres sean conscientes que no pueden ser ajenos (por mucho que quieran) a la temática del sexo que también se da en el seno de la familia, ya que esta es la principal transmisora de valores, actitudes y costumbres.
Esta educación sexual no se limita a contarles de donde salen los bebés (o, mejor dicho, por donde entran) o de métodos anticonceptivos. Además, es importante comenzar a recibirla antes de que las relaciones sexuales empiecen a ser una posibilidad. Con todo, también incluye aspectos fundamentales como los roles de género, el desarrollo sexual, las actitudes y valores que les inculcas, la imagen corporal y conceptos como la intimidad, el consentimiento, el afecto, la diversidad sexual, el placer,… Recuerda que los silencios también educan.
Como ya te habrás imaginado, la edad de tu hija o hijo determinará aproximadamente en qué debemos educar o qué debemos hablar con ellos, pues en cada etapa evolutiva hay unos contenidos y prioridades, pero eso no significa que tengamos que callarnos con la excusa de “eres muy pequeño/a para saber esas cosas” o eludir la tarea de educar. Además, estudios recientes han demostrado que hablar de sexo con la descendencia fomenta el sexo con protección, inteligencia sexual, crea confianza entre madres, padres, hijos e hijas y, entre otras muchas cosas, hace que de mayores no sean tan influenciables y tengan criterio propio.
Consejos sobre cómo hacer Educación Sexual en casa
Precisamente, con frecuencia los miedos de papás y mamás es contarles demasiado poco o excederse. Nadie te pide que seas especialista en la materia, por eso, aquí te damos algunas claves para hacer una educación sexual en casa de la mejor manera posible, ya que no somos perfectos.
1. Sé consciente de tu capacidad para transmitir conocimientos
Muchas madres y padres se quedan callados o traspasan la tarea de hablar de sexo al cole u otras entidades por pensamientos como “me da vergüenza”, “tengo demasiados prejuicios”, “no le voy a saber contestar a todo”. Sin embargo, desde mi punto de vista, cada aportación a la Educación Sexual de nuestros jóvenes es útil y nunca sobra. No se necesita siempre un profesional de la sexología para ello, aunque sí complementar los papeles de familias, profesionales, educadoras y educadores y otras entidades como los centros de salud.
2. Predica con el ejemplo
Esencial en temas de respeto e intimidad. Sobre todo, en la etapa adolescente respetar su intimidad es importante para que la relación con ellos y ellas no se deteriore. Es decir, igual que a ti te gusta tener tus momentos a solas y que se respeten estos a tus hijas/os también. Esto no significa que dejéis de hablaros pero que si pide tener la puerta de la habitación cerrada, se le respete, ya que la intimidad es un derecho.
3. Cuidado con instaurar roles de género muy arraigados
Si, por ejemplo, tienes la creencia de que “es el hombre el que tiene que llevar el dinero a casa”, tanto si tienes una hija como un hijo esto les puede afectar. En el caso de que sea niña, quizás deje de estudiar o de seguir sus sueños de forma independiente porque crea que tiene que ser su pareja (hombre) la que le supere económicamente. Si es niño y no consigue cumplir esa creencia, lo más probable es que se frustre y se sienta un fracasado, aunque esté haciendo lo que le gusta pero con un nivel económico más bajo de lo esperado. Otras situaciones pueden ser que sea mamá quien siempre limpia en casa mientras papá mira la televisión, hacer chistes machistas, no comprarle un balón de fútbol a tu pequeña o no permitir que tu niño llore porque eso “es de chicas”.
4. Toma la iniciativa
No se trata de mantener una conversación artificial o de soltarles de repente la charla, sino más bien de aprovechar las oportunidades. Si, por ejemplo, sale en la tele una escena de contenido erótico no hay por qué incomodarse, se puede hablar del tema con naturalidad o aprovechar para enseñar algún valor que veas necesario señalar y/o corregir.
5. Sé natural
Si preguntan, contesta. Volvemos al tema de tu capacidad de transmitir conocimientos. Seguramente no seas un profesional de la política o de la biología, pero si tus hijos te preguntan alguna cuestión sobre ello intentas contestar lo mejor posible. Con el tema de la sexualidad funciona exactamente igual.
6. Fomenta el respeto por la diversidad sexual
Aquí también se tendrá que predicar con el ejemplo y evitar comentarios o chistes homófobos. Igualmente, conversar con tus hijos e hijas sobre los problemas de los colectivos LGBT es una forma de educarles en la conciencia social y en el respeto.
7. Implícate en la Educación Sexual colaborando con otros agentes
Asiste a las charlas y talleres que se impartan sobre sexualidad en los centros educativos, colabora con el profesorado, implica al resto de padres y madres. Como decíamos anteriormente, la educación sexual ha de ser cooperativa entre todas las entidades, por lo que cualquier colaboración es bienvenida, ya que cada cual tiene su papel: la familia, la escuela, el personal sanitario y otros. Además, es la mejor forma de empaparte de conocimientos que te pueden ser útiles a la hora de abordar una situación compleja en casa que tenga que ver con la Educación Sexual.
Por UPAD Psicología y Coaching
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
De la Cruz, C., Ramírez, M. V., & Carmona, A. B. (2004). Educación Sexual desde la familia. Educación Secundaria Escuela de Formación CEAPA Madrid.