Toda vida deportiva se compone tanto de determinados momentos de victoria como de vivencias de derrotas, aunque estos momentos de frustración, enfado y no consecución de los objetivos suelen ser más abundantes que los logros y en algunos deportistas marcan y dirigen su trayectoria pudiendo incluso provocar el abandono.
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Afrontamiento de la derrota en la competición deportiva
Una de las mayores dificultades de una carrera deportiva es el superar estos momentos tan duros en los que el deportista siente que “ha caído”, que no ha conseguido sus expectativas y que sus entrenamientos no le han llevado a la consecución de metas. Por lo tanto, siente innumerables emociones y sentimientos negativos que producen los pensamientos y las falsas creencias de no poder alcanzar el éxito. En estas etapas que forman parte del propio proceso del rendimiento deportivo, lo mas importante es el seguir adelante y “volver a levantarse”, ya que el ser capaz de superar la fase de caída, es lo que desarrolla una mayor fuerza mental y física para volver a enfrentarse a las dificultades hasta que puedan superarse.
- Darse un tiempo para focalizar y asumir el fracaso puede ser positivo si lo logramos enfocar hacia un nuevo objetivo. En este caso después de una derrota la meta tendría que ser más asequible que la que acabamos de perder, que suponga un primer paso que podamos lograr y no algo que cueste mucho trabajo, puesto que ahora es momento de recuperarse. La clave es que siempre podamos marcarnos una nueva meta.
- El focalizar demasiado nuestro pensamiento en las victorias no es productivo. Celebrar medallas sin crecer deportivamente no sería un hecho emocionante.
- Los momentos más duros del fracaso se superan al observar en nosotros mismos cómo somos capaces de seguir consiguiendo pequeños objetivos. Es importante ver el progreso, no focalizarse en lo que no hemos conseguido sino en lo que somos capaces de hacer.
- Entender el rendimiento deportivo como una curva que en determinados momentos crece, pero que en la mayoría de la vida deportiva se mantiene más lineal. Esto no quiere decir que estemos estancados o que sea prácticamente imposible conseguir el rendimiento óptimo, sino que para llegar a presentar un incremento de la curva se han tenido que superar grandes fases de entrenamiento físico, pero sobre todo mental.
- El desarrollo de esta capacidad física y mental es puro entrenamiento constante que se trabaja con autoconfianza, determinación, fijación de objetivos relacionados con nuestra mayor meta y puesta a punto de las medidas necesarias para ir superando cada fase.
- La derrota si se supera es por tanto un crecimiento psicológico para alcanzar y conseguir subir cada peldaño de nuestro rendimiento hasta llegar al último, vivir la victoria y llevar colgada una medalla, en este caso cargada de nuestro propio trabajo de superación y capacidad de conseguir si vine otra derrota una nueva victoria.
Por Alba Niño González