A medida que las nuevas tecnologías se han ido desarrollando, han surgido desde las redes sociales nuevas formas de influencia social. Estas nuevas formas toman los nombres de “influencers”, es decir, personas que pueden influir sobre nuestros pensamientos o creencias debido a la gran cantidad de personas a las que tienen acceso al seguirlos en redes sociales; “gamers”, aquellos que juegan y/o retransmite por vía online sus horas de juego; y “youtubers”, personas que cuelgan en la plataforma Youtube contenido de diversos temas, como humor, entretenimiento u opinión. Estas figuras están relacionadas entre sí en muchas ocasiones, ya que los gamers y youtubers pueden ser considerados también bajo el término influencer.
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Cómo funcionan los influencers en nuestra Sociedad
La influencia que pueden tener estas personas sobre la sociedad se basa en un primer momento en el contenido que generan. Si la gente acepta ese contenido irán ganando audiencia y muchos se establecerán como seguidores. Una vez establecidos los seguidores, los números de visualizaciones, “follows” u horas de retransmisión conducirán a que las empresas puedan patrocinarles o que las plataformas de retransmisión les paguen un porcentaje por el contenido que crean. El crecimiento de los canales y cuentas aumenta a medida que aumentan estos números, de manera que a más horas o personas te sigan más personas serán atraídas a sus cuentas o canales.
Para conseguir estos datos, en muchas ocasiones se utilizan formas de “retener” a los espectadores, como pueden ser los emoticonos exclusivos del canal, sorteos, creación de grupos de WhatsApp o mediante otras aplicaciones como Discord, etc. Todo ello crea un sentimiento de pequeñas comunidades que hacen sentirnos parte de este canal y no de otro. Esto no supone un problema si no se crea un ambiente grupal de conflicto con otros canales, lo que supondría una diferenciación entre un endogrupo (el canal o comunidaddel que nos sentimos parte) frente a un exogrupo (grupo o canal contrario que podemos ver como competencia). Si bien es cierto que los dueños de los canales suelen tener conductas respetuosas, de compañerismo y responsables sobre estos aspectos, hay en algunas ocasiones que sí surgen problemas de competencias o de seguidores un poco más extremas. En este punto está nuestra responsabilidad de no ser demasiado fanáticos, ya que como podemos ver con los ultras de equipos de futbol o en otros ejemplos, pueden generarse conflictos graves.
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Responsabilidad de la familia y de los influencers
Uno de los problemas que surge a consecuencia de ser seguidores acérrimos es la posible influencia de la opinión de estas personas, ya sea sobre temas de actualidad, productos publicitarios o estilos de vida. No cabe duda de que estas formas de entretenimiento tienen muchos puntos a favor y son las más utilizadas por el público infantojuvenil, pero también es por este tipo de público por el que debemos tomar precauciones. Por una parte, debemos de mantener conversaciones familiares bidireccionales, es decir, tanto los padres podemos comentar a nuestros hijos los pros y los contras de estas formas de entretenimiento, como los hijos podemos consultar con nuestros padres las opiniones que se nos están transmitiendo desde las redes sociales.
Por otra parte, los ifluencers (creadores de contenido) deben tomar responsabilidad y cautela a la hora de comunicar ciertas informaciones o añadir opiniones propias dentro de nuestro contenido, ya que debemos recordar que nuestra opinión es igual de subjetiva que la de cualquier otro y, por tanto, no tiene por qué ser la correcta, pero debido a la gran cantidad de seguidores que tenemos tiene una mayor relevancia para muchas personas. Por tanto, una vez mas es necesario recordar el uso adecuado de las nuevas tecnologías, ya que a medida que se desarrollan podemos aprender todo lo que nos pueden ofrecer y todo aquello que debemos solucionar para mantener un ambiente social saludable.
Por Jorge Saiz