Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

3 grandes beneficios por las que apuntar a mi hijo a un deporte

Con la vuelta de las vacaciones y el comienzo del nuevo curso escolar muchos padres y madres se plantean la opción de apuntar a sus hijos e hijas a extraescolares que ayuden a organizar las complicadas agendas laborales en algunos casos y que complementen de una manera más lúdica la formación escolar.

Una de las grandes alternativas son cada vez con más fuerza los deportes. Estos son considerados como una práctica beneficiosa para del desarrollo corporal, social, de la salud y del ocio los/as jóvenes, llegando a crear y fortalecer la sinergia familiar.

Pero… ¿realmente somos conscientes de porque apuntamos a nuestros hijos e hijas a practicar deporte?

Sin duda hay innumerables razones por las que optar a la práctica deportiva como actividad extraescolar y desde mi perspectiva me gusta agruparlas en tres grandes bloques que están estrechamente vinculados entre sí:

1. Desarrollo cognitivo, social y físico

El deporte nos proporciona coordinación, equilibrio y mejora nuestra forma física entre otras muchas cosas más a la vez que aprendemos a compartirlo con nuestros iguales en un contexto lúdico. Esta mezcla perfecta nos permite evolucionar como personas en situaciones diferentes a las que se pueden dar en nuestra casa o en el colegio aportando una dosis de competición, que en su justa medida, favorece nuestra motivación y autoconfianza. La libración de estrés a través del esfuerzo físico actúa de manera directa sobre otras variables psicológicas como son la atención, memoria o aprendizaje.

2. Bienestar psicológico, físico y social

El deporte favorece el bienestar en todas las áreas de nuestra vida. A través del ejercicio liberamos hormonas que nos hacen sentir mejor con nosotros mismos, desarrollamos habilidades sociales para crear un grupo de amigos/as que son tan importantes a lo largo de toda nuestra vida y sobre todo trabajamos aspectos muy volubles durante toda la infancia y la adolescencia como son la autoestima y la autoconfianza.

3. Autonomía

Si a través de una actividad consigo desarrollarme evolutivamente, me siento bien conmigo mismo/a y con los demás, tendré unos grandes pilares que me permitirán ser autónomo/a. La educación va más allá de saber todas las capitales de Europa o como hacer operaciones matemáticas. Uno de los objetivos finales que debe tener la educación es el de crear personas autónomas, que sepan tomar decisiones, afrontar los errores o los infortunios y que puedan encontrar soluciones que posibiliten tener un estado de bienestar óptimo.

Estas tres grandes áreas, son parte del objetivo que queremos lograr cuando apuntamos a nuestros hijos e hijas a un deporte, pero para lograrlos no podemos ser actores pasivos. Conocer los contextos en los que se mueven o como piensan en las diferentes edades es fundamentar para colaborar de manera activa y positiva en el desarrollo integral de nuestros hijos e hijas.

Desde el curso Cómo podemos ayudar a nuestro hijo/a en el deporte pretendemos haceros llegar pautas sencillas para que desde vuestra perspectiva de padres podáis ser esos agentes activos en la consecución de estos 3 grandes objetivos, que participéis y sobre todo que disfrutéis, de vuestros jóvenes en un área tan importante para la educación como es el deporte.

Por Ana Silva.

@asilva90

Deja un comentario

Abrir chat
Hola
¿En qué podemos ayudarte?