Rubén Pérez Éjido es uno de los entrenadores más veteranos del CF Trival Valderas de Alcorcón. Tras una gran temporada 16/17, continua siendo el primer entrenador del Juvenil C por segunda temporada consecutiva. Rubén nos pone al día acerca de su equipo y sobre la importancia del trabajo del psicólogo deportivo como parte del cuerpo técnico.
¿Cómo y cuando fue tu entrada al Club y cuál ha sido tu trayectoria?
Hace 15 años, cuando estaba como jugador en el Juvenil, vino un día el coordinador de ese momento cuando estábamos entrenando y me dijo: “¿quién quiere ganarse 50 euros?” Levanté la mano y me dijo que al día siguiente me tocaría entrenar a los benjamines.
Desde entonces, he estado compaginando mi actividad como primer y segundo entrenador en diferentes categorías. Empecé en los dos primeros años como entrenador de los benjamines, luego con el Alevín, seguido de otros dos años como segundo entrenador del Alevín A, luego el cadete B, Juveniles… Hace cuatro años me saqué el título de entrenador porque es complicado poder crecer y tener aspiraciones si no tienes la titulación. Estos últimos años, estuve con el Cadete, otro estuve con el femenino Atlético de Cañada y estos dos últimos años en el Juvenil C.
¿Qué te aporta este trabajo?
A nivel personal una satisfacción. Al fin y al cabo, en la vida se dan un serie de dificultades e inquietudes y el fútbol es una forma de estar a gusto, algo con lo que te sientes realizado y bien.
Si tuvieras que mejorar algo de tu papel como entrenador ¿Qué sería?
Podría ser un poco más organizado. Confío mucho en mi preparación por los años de experiencia que llevo. Por ejemplo, yo llego aquí un lunes y ya se lo que tengo que hacer aunque no tenga nada preparado de antemano. Pero sí que es cierto que una mejor planificación siempre viene bien.
¿Qué aspectos crees que se deberían trabajar más en un deportista a nivel individual?
A nivel individual sí que es cierto que sería bueno trabajar más la comunicación. Es decir, reunirme semanalmente con cada uno de los jugadores para comentar su situación, cómo le he visto, si hay algún problemilla…
¿Y a nivel grupal?
A nivel grupal, yo hago mucho hincapié en la gestión del grupo, a nivel del estado de ánimo que se mueve dentro. Pienso que para que ellos crean en lo que estoy haciendo, tiene que haber un ambiente positivo. No me considero una persona estrictamente dura, ni que tenga que ir con mis ideas a muerte. Muchas veces se lo digo a ellos: Yo puedo contar un chiste y soy el primero que quiero reírme, pero hay que saber cuándo contarlo y cuando no.
¿Crees que la psicología en el fútbol es importante?
Creo que es importante, porque el fútbol es un estado de ánimo constante, entonces hay mucha psicología de por medio. El psicólogo deportivo es fundamental en el mundo del fútbol.
¿Introducir vuestro trabajo dentro de un cuerpo técnico? A veces difícil. Sí que es verdad que hay entrenadores que son muy reacios a tener la figura de un psicólogo deportivo que pueda gestionar cualquier problema o situación. Pero en general, creo que vuestro trabajo de manera directa o indirecta se necesita. Siempre es bueno obtener opiniones de gente profesional como vosotros para mejorar el equipo.
En esta temporada, tu trabajo con el Juvenil C parece estar dando resultado. ¿Cómo te sientes con ello? ¿Y con el equipo en general?
Me siento muy bien. A ver está claro que el fútbol vive por y para el resultado. Es decir, que si el equipo gana todo va muy bien y si pierde todo es una mierda. Yo en esta temporada, veo como los chicos se han integrado, la unión que tienen, lo alegres que vienen a entrenar y eso me satisface (se llegue o no al ascenso).
¿Cuál es tu opinión sobre el papel que juegan los padres en el deporte, en concreto en las edades que tienen tus jugadores?
Es muy importante. Aunque el entrenador se encargue de educar en valores y formar a los jugadores en lo deportivo, los padres son los que tienen que enseñarles la pura educación. Además sus consejos son muchas veces determinantes, quiero decir, que hay que tener cuidado con lo qué aconsejamos a los hijos para que no caigan en el error y se contagien de sensaciones negativas, que les lleven a competir mal o con ansiedad. El psicólogo deportivo puede ayudar en esta parcela tan importante como son los padres.
Muchas gracias Rubén por dedicarme este momento.
Gracias a ti, Irene. Espero haberte ayudado.
Por Irene Folguera, estudiante en prácticas de la URJC.