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Entrenamiento de las funciones ejecutivas: innovación educativa para potenciar el aprendizaje

Entrenamiento de las funciones ejecutivas innovación educativa para potenciar el aprendizaje

Hoy en día están cobrando gran relevancia los distintos métodos para potenciar el aprendizaje de las personas, especialmente de los más jóvenes, buscando innovar y averiguar si existen métodos de enseñanza y entrenamiento más eficaces que la enseñanza tradicional. En el campo de la educación, en los recientes años ha habido un creciente interés e investigación acerca del entrenamiento de las funciones ejecutivas, un método que acumula cada vez más evidencia que señala su utilidad para mejorar el rendimiento de los estudiantes.

Las funciones ejecutivas son un grupo de funciones de control dependientes de circuitos neuronales, principalmente de la corteza prefrontal, imprescindibles para la concentración y la capacidad de pensamiento. En este marco, tendríamos tres funciones ejecutivas básicas: inhibición, memoria a corto plazo y flexibilidad cognitiva, y serían estas las que hacen posibles las funciones ejecutivas de orden superior, como el razonamiento, la planificación y la resolución de problemas.

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Principios generales del entrenamiento de funciones ejecutivas

En cuanto al entrenamiento de estas funciones ejecutivas, éste se rige en base a unos principios generales que se ha descubierto que se mantienen independientemente del programa o de la intervención empleada, en este caso, los principios descritos son los siguientes:

  • Aquellas personas con mayor necesidad de mejora son las que más se benefician del entrenamiento, es decir, aquellas personas con las funciones ejecutivas más débiles muestran los resultados más significativos, ayudando a igualar sus funciones ejecutivas al nivel de los demás y contribuyendo a suprimir desigualdades sociales en cuanto a logro escolar y salud.

  • El efecto de transferencia de las funciones ejecutivas es reducido, esto se refiere a que el entrenamiento en una tarea determinada, como memoria a corto plazo, mejora la capacidad del sujeto en tareas que implican memoria a corto plazo, pero esa mejora no se transfiere de forma significativa a tareas que implican inhibición o flexibilidad cognitiva.

  • Las funciones ejecutivas de los sujetos necesitan ser estimuladas a lo largo de todo el entrenamiento, dicho de otro modo, las demandas del entrenamiento deben aumentar en la medida en la que mejoren las funciones ejecutivas del sujeto.

  • La práctica es la clave, lo que significa que la mejora de las funciones ejecutivas depende de la cantidad de tiempo que los sujetos dediquen de forma consistente a entrenarlas.

  • La mejora de las funciones ejecutivas depende de cómo se realice la actividad. Este principio se respalda en un estudio cuyos resultados muestran que el entrenamiento en actividades físicas que implican autocontrol, como el Taekwondo, suponen mejoras significativas respecto a actividades físicas que sólo se centran en el aspecto físico, como las artes marciales modernas.

  • Se deben poner a prueba los límites de las funciones ejecutivas de los/as niños/as para obtener resultados positivos, ya que únicamente cuando se lleva al sujeto al límite de sus capacidades es cuando se observa una mejora significativa.
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Entrenamiento enfocado a las funciones ejecutivas

Siguiendo estos principios, se han desarrollado una serie de actividades enfocadas a mejorar las funciones ejecutivas en la infancia. Estas actividades se dividen fundamentalmente en tres grupos: entrenamiento computarizado, actividad física y planes de estudio escolares.

Comenzando por el entrenamiento computarizado, el abordaje más exitoso y estudiado es el de CogMed, un software de entrenamiento cognitivo que se centra especialmente en la memoria a corto plazo y el razonamiento. Los resultados de este entrenamiento muestran mejoras en memoria a corto plazo en tareas que no han sido entrenadas previamente. Además, estas mejoras se preservaron 6 meses después del entrenamiento y, en este mismo periodo de tiempo, se encontraron mejoras en las capacidades matemáticas de los sujetos. En cuanto al razonamiento, empleando un método combinado de tareas computarizadas y no computarizadas se registran mejoras incluso en tareas sin entrenamiento previo.

A continuación, si nos centramos en la actividad física, aunque se ha demostrado que el ejercicio aeróbico mejora las funciones ejecutivas, recientes estudios apuntan a que los resultados más significativos se encuentran cuando los sujetos realizan actividades que implican ejercicio y desarrollo del carácter o ejercicio y mindfullness. Estas actividades combinadas como las artes marciales tradicionales o el yoga producen mejoras significativas en funciones ejecutivas como el control inhibitorio y la memoria a corto plazo.

Finalmente, en cuanto a los planes de estudio escolares, existen dos planes de estudio que han demostrado mejorar las funciones ejecutivas, el método Montessori y “Tools of the mind”. Ambos métodos comparten una serie de características como la ayuda al desarrollo de las funciones ejecutivas y su estimulación al más alto nivel, cultivar la alegría, orgullo y autoestima de los niños y niñas o enfatizar tanto el desarrollo del carácter como de habilidades académicas. En adición, existen dos programas diseñados para complementar los métodos escolares, el CRSP y PATHS, los cuales han demostrado mejorar el desempeño en tareas matemáticas y de lectura, mediadas casi en su totalidad por la funciones ejecutivas. Cabe mencionar que los cuatro programas descritos presentan mejoras significativas en niños y niñas desde los 3 hasta los 6 años, a partir de los 9 años no se ha encontrado un efecto significativo en la mejora de las funciones ejecutivas de los sujetos.

En los últimos años se está desarrollando suficiente evidencia para afirmar que el entrenamiento de las funciones ejecutivas en niños y niñas producen mejoras significativas que supongan un cambio diferencial en el desempeño académico y la calidad de vida de los sujetos, especialmente en aquellos casos en los que se presenta menor nivel inicialmente. Para garantizar un resultado beneficioso es importante que los programas aplicados realicen un abordaje global, estimulando las funciones ejecutivas de los individuos de forma continua, promoviendo las sensaciones de orgullo, alegría y autoeficacia, así como la inclusión social y el ejercicio físico. Además, es pertinente tener en cuenta variables como la edad de los sujetos o los recursos económicos de las familias, ya que como hemos mencionado, hay actividades que implican un coste económico o presentan menor o mayor eficacia en función del grupo de edad al que se aplica. 

Siendo conocedores de los prometedores resultados del entrenamiento de las funciones ejecutivas, deberían aplicarse programas de entrenamiento, especialmente en los planes de estudio escolares, que garanticen el desarrollo de las funciones ejecutivas, la inclusión social y el desarrollo físico de los niños y niñas.

Por Gonzalo Jiménez-Herrera

@gjhub2003

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