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¿Cuáles dirías que son los elementos necesarios para poder jugar al fútbol? La respuesta puede parecer evidente. Al momento nos vendrían a la cabeza cosas como el balón, las porterías, los jugadores o un terreno de juego amplio donde poder jugar, pero… ¿qué pasaría si faltara alguno de esos componentes? ¿Seguiría siendo posible jugar? Hoy hablamos sobre el poder de la imaginación en el deporte.

En este vídeo se puede observar un partido de fútbol diferente, pero que a primera vista se presenta como un partido normal.

Este fragmento pertenece a la película Timbuktu, nombre que toma del pueblo (situado en Mali) donde sucede la trama del film. Un día llegan a la localidad extremistas religiosos, los cuales toman la ciudad estableciendo una serie de normas y de prohibiciones, entre ellas la de jugar al fútbol.

Para afrontar esta situación, los chicos de Timbuktu deciden utilizar un recurso de gran valor: la imaginación. Esa gran fuente de creación ilimitada que nos acompaña allá donde vayamos, y que nos permite soñar con cosas que nos parecerían inalcanzables. Estos chicos recrean la pelota con su imaginación y simulan jugar un partido de fútbol, pero es tan vívido que parece real.

El poder de la imaginación

No deberíamos subestimar el poder de la imaginación. Los jóvenes deportistas, al igual que los chicos de este pueblo africano, también tienen este gran recurso que pueden explotar de la misma manera, y que les servirá en muchas ocasiones a lo largo de la vida para tomar decisiones y generar alternativas ingeniosas a los problemas que se les puedan presentar en la vida.

Por esto, es importante potenciar este recurso en los más jóvenes, motivándoles a participar en actividades y a que ellos mismos vayan tomando decisiones para solucionar los pequeños problemas que se les vayan presentando.

Un camino diferente puede ser una alternativa ingeniosa para solucionar un problema. Para que vuestro hijo se sienta capacitado a la hora de afrontar una situación novedosa y tenga la sensación de que es capaz de afrontarla, es necesario depositar vuestra confianza en él y creer en sus capacidades.

El objetivo de los chicos de Timbuktu es disfrutar y jugar con sus amigos, pero ante la prohibición de no poder jugar al fútbol, recurren a la imaginación para realizar esta actividad, afrontando así el problema de una manera ingeniosa.

Por Eduardo Juárez García, estudiante en prácticas de la URJC.

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