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¿Cómo mediar ante un conflicto en el deporte?

Constantemente encontramos chicos y chicas excluidas de ciertas actividades físicas. Ya puede ser durante educación física, actividades extraescolares o durante la hora del recreo, estos niños rehúyen estos espacios de interacción. ¿A qué se deben estas situaciones? Principalmente son causados por constantes enfrentamientos verbales, físicos o burlas, donde en la mayoría de los casos los adultos al cargo no saben como afrontar ya que no cuentan con las herramientas necesarias para mediar en estos conflictos.

¿Cómo podemos mediar los profesionales en un conflicto?

Al igual que formamos profesores o entrenadores que conozcan los aspectos más técnicos de la actividad física, se debería dar pautas y ayudas para mediar en situaciones de conflicto, fomentar la convivencia y generar espacios para el entendimiento que en el futuro den lugar a individuos cívicos y solidarios.

Hay que darle mucha importancia a los sentimientos y emociones de aquellos que entren en conflicto durante este tipo de actividades ya que el deporte es un medio de comunicación muy enérgico y de carácter procedimental que con facilidad puede dar lugar a confrontaciones debido a esa explosión de sentimientos y emociones. Donde a ciertas edades es difícil controlar las propias emociones y cada uno busca su propio espacio, por lo que cobran mayor importancia aquellos estudiantes que no son capaces de manejar sus emociones negativas. Y en gran cantidad de casos acuden a los adultos al no tener las herramientas suficientes para afrontar el problema.

En estos casos la mediación sería “la intervención de un tercero imparcial cuya autoridad descansa en el consentimiento que las partes le otorgan para que facilite sus negociaciones, donde no se posee poder para tomar decisiones de manera independiente más allá de lo que las partes le permitan” (López Llerena, L. 2021)

Pautas para mediar durante un conflicto

Para desarrollar estas ayudas buscamos dinámicas enfocadas en la convivencia de la comunidad donde se les enseñe a vivir en común los unos con los otros, desde un marco de respeto y solidaridad recíproca, creando influencias mutuas socio-afectivas, ético-morales y no solo en el ámbito del deporte sino en cualquier espacio posible, promoviendo así valores y aptitudes para la vida. Por lo tanto la ayuda por parte del “mediador” será crear un espacio con la menor presión externa donde cada individuo muestre sus posiciones y la manera en que ven los hechos y de esta manera logren llegar a un acuerdo y se reestablezca la relación sobre la base de salir victorioso, enfocándolo en el acto deportivo. Esto daría lugar a ambientes saludables y de confianza donde el trabajo en equipo se vea beneficioso y capacite a los alumnos a extrapolar lo aprendido a multitud de contextos de la vida diaria.

En multitud de ocasiones las actividades físicas son nido de conflictos entre gente joven que acaba desembocando en violencia o incluso bullying, que entorpece la propia actividad y sus objetivos y en el futuro causa graves problemas por lo que mediar y promover actitudes cooperativas y solidarias creará caminos de entendimiento propios de ciudadanos del siglo XXI.

Por Pablo Pont Loriente

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