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Burnout en personal sanitario en tiempos de pandemia

Esto no acaba, nos dijeron que iba para largo pero que en cuanto hubiera vacuna se acabaría. Ya ha llegado la vacuna y todo sigue igual o incluso peor. Los hospitales se han vuelto a desbordar, los médicos son llamados a las “salas covid”, dejando sus especialidades, aquello que saben hacer y se les da bien, para meterse en algo para lo que nadie los ha preparado y que, por supuesto, no han elegido. Enfermeras y enfermeros doblando turnos, viendo morir a la gente sola, despidiéndose de sus familias por videollamada. Se nos ponen los pelos de punta solo de pensarlo. En este artículo abordaremos el síndrome de burnout que está sufriendo el personal sanitario en esta época de pandemia.

Con todo, el trabajo sigue y como no todo se detiene, tú sigues ahí, como si estuvieras en una cuerda floja pensando que en cualquier momento puedes caer. Si te sientes así puede que estés pasando por un burnout. Y nadie te culpa, es completamente normal. Tal cantidad de trabajo y ver que todo lo que haces no supone una mejora es algo que desborda.

¿Cómo sé si sufro burnout?

Normalmente, el síndrome de burnout aparece cuando la tensión en el trabajo se prolonga durante demasiado tiempo, esto provoca un deterioro en la persona que se conoce con el nombre de este síndrome o agotamiento psicológico. Algunas señales de que tienes burnout son las siguientes:

  1. Cansancio emocional. Esto consiste en que sientes estados de ánimo depresivos, sientes que no sientes energía, tanto mental como física. Los días se hacen eternos y no ves la hora de llegar a casa. Te cuesta concentrarte y tus pensamientos y recuerdos tienden a ser negativos: una familia que llora la muerte de un ser querido al que no han podido visitar, lo injusto que resulta, el miedo que da de que le pase a la tuya propia,…
  2. Despersonalización. Parece que todo te molesta, en especial, aquello que proviene de parte de las personas de tu entorno laboral. Aparentemente, te has vuelto una persona cínica y tomas toda la distancia posible con todo aquello que tenga que ver con el trabajo. Por ejemplo, cuando tus familiares te preguntan qué tal el día no quieres responder y cuando sale el tema de la pandemia en la conversación, las restricciones, el uso de la mascarilla, callas y esperas que cambien de tema.
  3. Falta de realización profesional. Es como si hubieras perdido todo el entusiasmo y pasión que antes profesabas hacia tu trabajo. Por si fuera poco, la autoconfianza y autoeficacia que antes tenías en tus actividades laborales, ahora brillan por su ausencia.

Estas son las principales señales de que el síndrome de burnout, que va más allá del estrés laboral, que los autores Maslach y Jackson definieron en su día (1996).

¿Qué puedo hacer si sufro burnout?

Aunque no funcionan como varitas mágicas, sí existen una serie de pautas que puedes llevar a cabo para hacer frente a este llamado síndrome:

  1. Mantén tus hábitos más saludables. Es común que cuando el estrés aumenta los hábitos más sanos que tenemos los descuidamos. Sigue haciendo ejercicio, sigue cuidando tu alimentación, evita ingerir mucho alcohol, y sigue respetando tus horas de sueño. El sueño puede ser tu mejor aliado.
  2. Saca unos minutos para tu distracción favorita. Sea esta actividad ver la tele, leer un libro o escuchar música, intenta que no pase el día sin que le haya dedicado al menos media hora a realizarla. Te ayudará a focalizar tu atención en otras cosas que no sean esos pensamientos tan negativos.
  3. Apóyate en tu gente. Bajo ningún concepto te aísles. Cuéntale a alguien de tu entorno de confianza y que sepa escuchar lo que te está ocurriendo, desahógate y deja que tus emociones fluyan, no las juzgues y permítete estar mal.
  4. Utiliza una comunicación asertiva. Si hay confianza con la gente de tu entorno laboral también puedes compartir cómo te sientes con ellos o ellas, quizás te sepan entender mejor que nadie ya que están en la misma situación que tú. Si no, puede trata de ser asertiva o asertivo con un simple “Perdona que está tan borde estos días, pero la verdad es que se me está haciendo difícil llevar todo esto”.
  5. Respira. Al igual que te puede venir bien dedicar unos minutos a otras actividades, respirar conscientemente también es esencial. Haz unas cuantas respiraciones profundas cuando llegues al trabajo y cuando vuelvas de él. Esto solo te llevará unos segundos.

En resumen, el deterioro que sientes es normal y, como hemos dicho, no existen varitas mágicas contra esto, porque, además, para deshacernos de todo este «malestar pandémico” tienen que cambiar muchos factores externos que no están en nuestra mano. Lo que se suele decir de “con pequeñas acciones se puede cambiar el mundo” o algo así, acaba cansando si no hay una responsabilidad cívica por parte de todos los sectores y es lógico que queramos gritar ¡Basta!

Por UPAD Psicología y Coaching

@upad_pc

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