La cocina aparece en la cultura humana hace miles de años, sin embargo, ¿conocemos los beneficios que puede tener en el desarrollo de los más pequeños?
Un cocinado comienza con vegetales crudos, tal vez carne, aceite y otros ingredientes que a través de distintas técnicas se convierten en una cosa diferente. Este conjunto de olores, sabores, texturas y formas es un nuevo mundo para cualquier niño.
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Beneficios de la cocina durante la niñez
Enseñar a cocinar es un buen hábito para ofrecer todo tipo de estímulos a los niños, pueden ver, tocar, oler y probar todo tipo de alimentos además de aprender a que todos los alimentos pueden darnos energía. Que los niños experimenten en la cocina y conozcan tantos sabores puede llevarlos a alcanzar dietas más balanceadas y saludables. La práctica de rutinas de higiene también se practica a la hora de cocinar ya que debemos lavar los alimentos, las manos y los utensilios que vayamos a utilizar.
La cocina se compone de elementos puntiagudos y cortantes por lo que debemos supervisar que los pequeños no se hagan daño. Con los debidos elementos de seguridad los niños podrán desarrollar su motricidad fina pesando ingredientes, vertiendo en otros recipientes, removiendo, cortando con tijeras y tomando materiales de diferentes tamaños.
A través de la cocina infantil, los niños ejercitan todos sus sentidos además del compromiso de estar formando parte de un proceso y de tener la responsabilidad de cuidar los utensilios. Además, necesitan trabajar con mucha atención para contar con los alimentos necesarios, concentración para determinar la cantidad de alimento a utilizar, capacidad de comunicación para hablar con el adulto que lo acompañe con el fin de que pueda actuar de manera autónoma en la cocina.
Otra capacidad que se trabaja en la cocina es la imaginación. Conocer como seguir recetas es importante pero una vez dominada algunas elaboraciones podrán experimentar y mejorar sus habilidades de resolución de problemas. Podemos dejar que los niños mezclen recetas o sustituyan los ingredientes por otros.
Si queremos fortalecer los vínculos con los más pequeños, la cocina puede ser un gran medio para ello. Les brinda un sentido de la responsabilidad y sentirán que los adultos confían en sus habilidades, esto les ayudará a explorar nuevos ingredientes y procedimientos a la hora de cocinar. Los vínculos entre los familiares también se verán afectados ya que pasar mayor tiempo de calidad fortalece los vínculos de amor entre la familia. Reconocer el esfuerzo de los niños también aumentará la seguridad en ellos mismos.
El proceso de la cocina puede ayudar a desarrollar la identidad y autonomía de los niños, mejorar la convivencia, así como la comprensión y expresión del lenguaje. La expresión artística y corporal pueden verse afectadas positivamente por la cocina.
Conociendo los beneficios que brinda la cocina, ¿qué receta haréis hoy?
Por Paula Ortega Pérez