¿Por qué son importantes las vacaciones? La respuesta es fácil y sencilla: para descansar el cuerpo y la mente. Con este pequeño post os presentamos 5 claves para descansar psicológicamente durante las vacaciones de verano.
A lo largo del año solemos tener ritmos de vida estresantes debido a las prisas por querer cumplir con todas las tareas diarias. Esta forma de vida nos consume a nivel físico y sobre todo a nivel mental.
El mundo en el que vivimos conlleva un nivel de exigencia alto tanto en la vida laboral como la personal. En ambos hay que cumplir objetivos, una organización, tomar decisiones ser productivos… y en el camino ir adquiriendo nuevas habilidades y mejorar las competencias ya adquiridas. Así es el a vida, ¡todo un desafío lleno de retos!.
Cuando no sabemos canalizar nuestro estado de activación podemos sufrir episodios de ansiedad y estrés (también llamado burnout), el cual nuestra mente y nuestro cuerpo nos está pidiendo una temporada de descanso y relax.
Las vacaciones son un buen elemento reforzador del autoestima además de ayudar a recuperar las fuerzas y el equilibrio cuerpo-mente.
5 claves para descansar psicológicamente durante las vacaciones de verano
- Realizar actividades placenteras: viajar a un lugar perdido en la montaña o visitar una playa paradisiaca nos ayudará a encontrar la desconexión que andamos buscando.
- Alimentación adecuada: también se puede degustar de ricas comidas que nos aporten un equilibrio nutricional (sin exceder de las grasas saturadas) que nos inyecten una dosis de felicidad.
- Dormir para descansar: con la llegada de las vacaciones nos olvidamos de que el objetivo principal de estas es descansar. Es habitual alargar el día pensando en que queremos aprovecharlo al máximo pero en realidad es contraproducente ya que nos genera un mayor cansancio y por ende un menor disfrute. Coger una rutina de sueño es fundamental para lograr nuestro objetivo principañ: descansar.
- Deporte y/o actividad física: dedicarle un tiempo todos los días a nuestra salud física nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos. Caminar todos los días un rato, correr, bicicleta o practicar deportes de equipo nos aportará buenas dosis de endorfinas y un alto nivel de bienestar.
- Improvisar: no tener nada planeado nos dará una sensación mayor de libertad. Recuerda que más cantidad no equivale a más calidad, ya que ocupar de forma completa el tiempo disponible puede producir aún más estrés.
Y cuando acaban las vacaciones, ¿qué podemos hacer con el síndrome post-vacacional? La mejor recomendación es volver a conectar con nuestra vida cotidiana de una forma gradual. Intenta volver un par de días antes para situarte y comenzar a organizar la semana. Y sobretodo, no obsesionarse por cuándo volverán las vacaciones, pues tranquilidad que llegarán.
¡Felices vacaciones!
Por Fernando Callejo.